La savia de abedul se ha utilizado durante siglos para drenar las diversas sobrecargas del cuerpo y para actuar sobre los problemas de la piel. La asociación con los brotes de abedul, grosella negra, fresno, castaño y avellana aumenta la acción drenante de la linfa y constituye una solución ideal para controlar el peso corporal y los problemas asociados (celulitis, sensación de pesadez, retención e hinchazón).