Las bayas de enebro, también denominadas enebrinas o nebrinas, es la aromatización de la ginebra, de hecho, es el nombre en francés de este junípero (genévrier) el que dio nombre a esta bebida. El enebro se encuentra en zonas montañosas, sobre todo en las zonas frías de Europa, Asia y Norteamérica. A parte de sus propiedades culinarias, las bayas de enebro son muy valoradas por sus propiedades medicinales, se cree que aumenta la resistencia física, también se le otorgan propiedades digestivas, balsámicas, expectorantes, diuréticas o antisépticas entre otras. Se extrae de las bayas un aceite esencial que se utiliza en aromaterapia y perfumería, que es rico en principios activos (pipeno y borneol), inosita, un glucósido (flavona), juniperina y un principio amargo; tienen numerosas propiedades: tónicas, sudoríficas, estomacales y digestivas, y son también muy adecuadas para tratar desórdenes de riñón y vejiga, contra la gota y reumatismo, en afecciones de oídos, y reducción de los niveles de colesterol y azúcar. En la cocina, las bayas de enebro son ideales para aromatizar platos de carne.