Té blanco que ayuda a combatir la fatiga física y mental, aumenta la concentración y la energía, es diurético, favorece la eliminación de grasas, es un buen aliado ante enfermedades cardiovasculares y su poder antioxidante es tres veces mayor al del té verde. Su sabor es muy suave y de escaso amargor.
El té blanco apenas contiene teína, por lo que no tiene casi efectos excitantes.