El agua de mar tiene acción hidratante y limpiadora sobre las mucosas nasal y ótica. Es rica en elementos y oligoelementos en forma de distintas sales que contienen: cloro, sodio, magnesio, calcio, potasio, flúor, hierro, manganeso, yodo... La limpieza nasal con agua de mar ayuda al mantenimiento de la función de los cilios (estructuras similares a pelitos microscópicos de la nariz) y contribuye a humedecer el aire. Arrastra impurezas y partículas, como alérgenos, bacterias, virus y partículas que provienen de la contaminación ambiental. Puede ser isotónica (es decir, con la misma concentración en sales que el suero fisiológico) o hipertónica (con una concentración salina superior). En ambos casos, descongestiona, fluidifica la mucosidad y ayuda a expulsarla (el agua hipertónica tiene una acción más intensa en este sentido). Así pues, el uso de un spray para limpieza nasal con agua de mar es una medida coadyuvante muy útil en caso de obstrucción nasal por resfriado, gripe o sequedad nasal por factores externos, ya que mejora el bienestar nasal y respiratorio. Como comentábamos, en aplicación ótica también ayuda a limpiar el canal auditivo.