Son granos de cacao de procedencia ecológica que, desde la Antigüedad, son utilizados en Centroamérica por sus propiedades medicinales. Entre los minerales que aportan destacan el hierro, el potasio, el magnesio y el cobre. Poseen antocianinas y proantocianidinas, polifenoles y catequinas. Todas ellas tienen propiedades antioxidantes y ayudan a mantener los niveles de azúcar en sangre. Además, se caracterizan por ser un antiinflamatorio con efectos cardioprotectores. Regulan la microbiota intestinal que, no solo beneficia al intestino, sino que también fortalece el sistema inmunológico y estimula la producción de vitaminas. Protegen las neuronas y la piel. Pueden consumirse como snacks o entrar a formar parte de recetas dulces y saladas. Su textura crujiente y al no contener azúcar añadida lo hace adecuado para toda la familia. Aportan un agradable sabor.