El síndrome del intestino irritable es un trastorno crónico que afecta al intestino y que puede conllevar varios síntomas intestinales como hinchazón y dolor abdominal y/o trastornos en el tránsito (estreñimiento, diarrea o alternancia de ambos). Es una patología que siempre requiere diagnóstico médico y una correcta supervisión. Los especialistas pueden pautar, según cada caso, un tratamiento farmacológico específico acompañado de consejos en relación a la alimentación y el estilo de vida.
A valorar de forma individual, y contando con el criterio médico oportuno, determinados complementos alimenticios o productos sanitarios pueden brindar un apoyo adicional. Es el caso de productos con cepas probióticas específicas que han demostrado, mediante estudios, su utilidad en el contexto del síndrome del intestino irritable. Otros ingredientes como la glutamina o algunos ácidos grasos de cadena corta contribuyen a restaurar la barrera que forma el epitelio intestinal. A nivel nutricional, es muy recomendable seguir los consejos dietéticos personalizados por parte de un/a experto, para sobrellevar mejor los síntomas y cuidar la función intestinal. La gestión del estrés también es un aspecto relevante. En este sentido, se puede recurrir al uso de complementos alimenticios con plantas de acción relajante, nuevamente bajo consejo profesional. Ante cualquier duda o empeoramiento de los síntomas, es necesario acudir a los profesionales de referencia.