Es una papilla de preparación instantánea, elaborada a partir de una equilibrada mezcla de 8 cereales (trigo, arroz, avena, cebada, centeno, maíz, mijo y sorgo) y frutas. A los seis meses, la alimentación del bebé se vuelve todavía más importante. Además de ser necesaria para que estén sanos en ese momento, una correcta alimentación implica un correcto desarrollo de sus sistemas. Para que esto sea así es necesario contar con papillas sabrosas y completas. Para ello, la papilla con 8 cereales y frutas es la mejor aliada. Además de los cereales, que es la base de la alimentación a esta edad, esta papilla tiene un alto contenido en fósforo, calcio y vitaminas, que aseguran el correcto desarrollo del bebé y fructooligosacáridos que favorecen la creación de una flora bacteriana saludable.