El aceite de germen de trigo es una fuente importante de ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6, por lo que ayuda a reducir los niveles de colesterol, a prevenir enfermedades cardiovasculares y a mantener en buen estado órganos como el corazón y el hígado. Además, este aceite tiene propiedades antioxidantes por su alto contenido en vitamina E, y ayuda a minimizar los efectos del envejecimiento que ejercen los radicales libres en el organismo.