El agua de lavanda es relajante y defatigante. Ejerce una acción balsámica para bronquitis o afecciones respiratorias. Es un buen calmante analgésico, hipotensor, purificador, anti estrés, y refrescante. Se recomienda mantener lejos del alcance de los niños. Conservar en lugar fresco y seco. Refrigerado en temperaturas superiores a 15º una vez abierto.