El cacao es un ingrediente que tiene uso cosmético, concretamente, en su forma de manteca (Theobroma cacao seed butter). Su naturaleza grasa aporta espesor a la fórmula y destaca por sus propiedades emolientes y de nutrición intensiva para las pieles secas. Esta manteca se extrae en el proceso de fabricación del chocolate mediante presión. La aplicación de la manteca pura de cacao sobre la piel, o integrada en formulaciones cosméticas que incorporen más ingredientes (otras grasas vegetales nutritivas, extractos de plantas...) ayuda a combatir la deshidratación cutánea porque crea una película lipídica protectora que evita la pérdida transepidérmica del agua. Puede ayudar, también, a compensar el efecto de deshidratación por la radiación solar, siempre junto al uso del fotoprotector. También cuida la delicada piel de los labios, manos y pies. En cosmética capilar, como acondicionadores o mascarillas, es un ingrediente muy preciado para el cuidado de cabellos secos y encrespados, ya que nutre profundamente la fibra capilar.