Agua de mar del Mediterráneo. Aporta al organismo la remineralización necesaria tras el desgaste diario. Ideal como colutorio bucal y desinfectante de dientes y encías. Posee un gran efecto cicatrizante para heridas, erupciones o eccemas en la piel y en la boca. Regula el tránsito intestinal beneficiando la digestión y la asimilación de alimentos. Aporta energía en momentos de decaimiento y cuando se necesita una contribución extra de minerales. Recomendado para limpiezas nasales y para luchar contra la congestión.