- Después de limpiar cuidadosamente el área afectada, aplica el polvo dos veces al día.
- Si es necesario, cubre con una gasa.
- Cada vez que reapliques el polvo, asegúrate de limpiar bien la zona con una solución desinfectante.
- Evita el contacto con los ojos y las mucosas.
- Recuerda no sobrepasar la dosis diaria recomendada.
- Mantén el producto fuera del alcance de los niños.
- Consérvalo en un lugar fresco y seco.