Agua de azahar elaborada artesanalmente en Sevilla por una empresa de tradición familiar. Obtenida por destilando la infusión de hojas de naranjo amargo. La historia cuenta que fue Avicena, en el siglo XI, quien perfeccionó este método con el alambique de serpentín. Concentra todas las propiedades aromáticas de la flor de azahar. Adecuada para aromatizar postres y panes. Uso gastronómico.