La presión arterial es la fuerza que la ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Se miden dos parámetros: la presión arterial sistólica (o valor máximo), que es la causada cuando el corazón se contrae y empuja la sangre hacia afuera, y la diastólica, cuando el corazón se relaja y llena de sangre (valor mínimo). Un rango de presión arterial normal en adultos está comprendido entre 120 y 80 milímetros de mercurio (mm Hg, siendo 120 la presión sistólica y 80 la diastólica), aunque siempre hablamos de medias. Pueden aparecer valores puntuales superiores o inferiores, que no se mantengan en el tiempo, y se consideren normales en función de las características individuales de cada persona.
La presión arterial alta o hipertensión (tener unos valores de media por encima de 140/90 mm Hg) puede provocar algunos síntomas, aunque no siempre son perceptibles, como dolor de cabeza, problemas respiratorios o palpitaciones. Por debajo de unos valores promedio de 90/60 mm Hg se considera que la presión es baja. En este caso sí suelen aparecer síntomas más notables como mareos, debilidad, náuseas o falta de concentración.
Existen una serie de pautas para mantener unos niveles de presión arterial saludables. Estar en el peso óptimo (el sobrepeso aumenta el riesgo de presión arterial alta), practicar ejercicio con regularidad, seguir una dieta equilibrada y con poca sal, reducir el consumo de alcohol y dejar el tabaco y tratar de manejar el estrés son los primeros aspectos que hay que cuidar. Como apoyo nutricional, algunos complementos alimenticios contribuyen a unos niveles de presión arterial normales. Ingredientes derivados de la hoja del olivo, péptidos, magnesio y vitaminas como la D, entre otros, forman parte de estos complementos.
Es aconsejable realizar mediciones periódicas de presión arterial, especialmente en personas que tienen otros factores de predisposición a problemas cardiovasculares. Con el asesoramiento de tu farmacéutico/a y la evaluación de tu médico/a se valorará la frecuencia de estas mediciones y qué recomendaciones son más oportunas. Para un control más fácil de la presión arterial en casa, existen dispositivos de medición precisos y seguros.