La naranja sanguina o naranja roja es una variedad de la naranja dulce con la pulpa color rojo oscuro. Es el fruto de una mutación de la naranja común en unas condiciones específicas. Este tono distintivo se debe a la presencia de antocianinas, unos pigmentos con propiedades antioxidantes, común en muchas flores y frutas, pero infrecuente en los cítricos.
Las antocianinas constituyen un antioxidante natural y un pigmento hidrosoluble que es, además, un protector contra la luz ultravioleta. Por un lado, las sustancias antioxidantes contrarrestan los radicales libres y el daño oxidativo dentro de las células. Y las antocianinas, en concreto, intervienen en el metabolismo de las grasas en el organismo (lipogénesis), por lo que la naranja sanguina es un ingrediente de interés en algunos complementos alimenticios para el control de peso. Recordemos, una vez más, que este tipo de suplementos son una ayuda junto a unos hábitos nutricionales y de estilo de vida saludables.
Como fruta, contenido en vitamina C (ácido ascórbico) supera en un 40% a las naranjas ordinarias. Esta vitamina aumenta la absorción del hierro y participa en la síntesis de colágeno, por lo que previene el envejecimiento prematuro. Las naranjas sanguinas, como otras fuentes vegetales, también son una fuente valiosa de ácido fólico (Vitamina B9), imprescindible para muchas funciones del organismo y durante el embarazo. Pero, para beneficiarnos de estas propiedades, debe consumirse el fruto como tal.