Son medias de compresión finas, transparentes, mates y de color negro. Son largas y se sujetan gracias a la silicona que lleva en su blonda. Se han realizado con poliamida y elastano. Se colocan con facilidad y son muy resistentes al desgaste. Varisma recomienda cambiarlas cada tres o seis meses según pierdan sus cualidades originales.
Son de compresión baja y disponen del sello sanitario de la Unión Europea. Es aconsejable el uso en personas que padezcan problemas de circulación o varices pequeñas, dolores de piernas, que deban permanecer mucho tempo de pie o por prescripción facultativa. Previenen accidentes trombóticos en pacientes que deban hacer reposo o deban realizar viajes largos.
Se recomienda su uso para adaptarse a compresiones más elevadas y tolerarlas mejor. Debe lavarse a diario a mano con jabón neutro.