Utilizar protección solar es imprescindible para proteger la piel de la acción de los rayos solares. Pero para que esta sea efectiva, debemos recordar renovarla cada 2 horas, después del baño, de realizar una actividad deportiva o de haber sudado. Se puede reforzar esta acción protectora con la ingesta de complementos alimenticios, junto a una dieta equilibrada y el uso de accesorios como gafas de sol o sombreros de ala ancha.
Aplicar aftersun después de la exposición solar también es conveniente, para que la piel recupere la hidratación perdida y mantenga los antioxidantes. Por último y en caso de tomar medicamentos fotosensibilizantes o tener alguna patología cutánea, el seguimiento de estas recomendaciones es especialmente importante. En todo caso, si tras la exposición solar te aparecen ampollas, fiebre o dolor de cabeza, consulta con tu médico.