Es un complemento alimenticio a base de L-Lisina que es uno de los 8 aminoácidos esenciales que absolutamente debe aportar la dieta ya que el organismo no es capaz de sintetizarla. Se encuentra en la dieta en carnes, pescados y mariscos, huevos, productos lácteos y legumbres (frijoles secos, soja). Los cereales de nuestra dieta tienen niveles muy bajos de lisina. Promueve la mineralización ósea mejorando la absorción y retención de calcio en el cuerpo. Además, se utiliza para tratar el herpes simplex y el sarampión, la alopecia, la osteoporosis, la anemia, la tendinitis, los problemas de concentración mental, la irritabilidad, la pérdida de peso, la anorexia y algunos trastornos gástricos.