Se conoce como menopausia el momento vital en la vida de una persona a partir del cual deja de tener menstruaciones. Suele producirse a partir de los 45 años, de forma natural, aunque pueden darse casos de premenopausia/perimenopausia o de menopausia precoz/prematura, alrededor de los 40 años. Es un período de transición que marca el final de los años reproductivos, cuando los ovarios cesan la producción de estrógeno y progesterona.
¿En qué consiste y qué conlleva la menopausia?
Cuando se atraviesa esta etapa de la vida, de transición a la madurez, es normal que se produzcan cambios en muchos sentidos. Los síntomas habituales y conocidos son los sofocos, la sequedad vaginal, los cambios de humor… pero también los hay a nivel cerebral. Cuesta más mantener la atención y la concentración, así como retener información o acordarse de detalles cotidianos, ya que el descenso de estrógenos tiene consecuencias físicas y mentales, sin ser una patología.
Para ayudar a sobrellevar estas situaciones, en ocasiones se recurre a la terapia hormonal sustitutiva, es decir, de medicación con estrógenos. Pero, como apunta la farmacéutica Mar Santamaría, “este debe ser el último recurso, valorable por un médico. Antes que eso, se puede implementar un estilo de vida más saludable, buena alimentación o recurrir a complementos alimenticios que puedan mitigar las molestias”, nos indica.
Asimismo, se ha descubierto que la enfermedad del Alzheimer puede darse en personas menopáusicas con más probabilidad, según investigaciones de la Weill Cornell Medicine y la Universidad de Arizona, en Estados Unidos. La pérdida de estrógeno disminuye la fertilidad, pero también, y lo que es más importante, implica la pérdida de un elemento neuroprotector en el cerebro, por lo que este es más vulnerable al envejecimiento. Así pues, para proteger la actividad cerebral y las mitocondrias, puede ser recomendable tomar antioxidantes, sobre todo a través de la dieta y, si es necesario, con el asesoramiento de un profesional sanitario. Hay que evaluar cada caso y ver qué pauta conviene más seguir.
¿Qué es la “niebla mental” en la menopausia?
Existe un síntoma bautizado con el nombre “niebla mental” que sufren hasta un 60% de las mujeres, según la experta Gayatri Devi, neuróloga del Hospital Lenox Hill en Nueva York: problemas de memoria, de lenguaje, de concentración. La memoria inmediata se resiente, pero se despeja a medida que el cerebro se acostumbra a funcionar con poco o nada de estrógeno. Es decir, es transitoria.
Tiene que ver, otra vez, con los niveles de sensibilidad a los estrógenos. Este síndrome también está relacionado con el sueño (incide más si no es de calidad) y los sofocos o ansiedad, por ejemplo. Rebecca Thurston, profesora de Psiquiatría de la Universidad de Pittsburgh, sostiene que todo ello comporta cambios en la memoria. Además, aunque eran considerados síntomas benignos, se ha comprobado que están asociados al riesgo cardiovascular y a una menor conexión entre las dos partes del hipocampo.
Es evidente que la menopausia es un cambio de gran envergadura en la vida de las personas y hay que tenerlo presente. En este momento vital, es fundamental trabajar la memoria y estimularla. Por ello, desde PromoFarma, queremos darte algunos consejos que te ayuden a sobrellevar estos cambios, aunque recuerda, siempre es recomendable consultar con un profesional médico.
5 consejos para estimular la memoria
Haz ejercicio físico aeróbico, ya que este repara y produce células cerebrales.
Descansa, ayudarás a mejorar tu capacidad de atención y concentración. Se recomienda establecer una rutina para cada día.
Sigue una dieta equilibrada (mediterránea) que incluya, sobre todo, alimentos ricos en omega-3, puesto que ayudan en el aprendizaje. También el ácido fólico, presente en verduras de hoja verde, es fundamental. También se recomienda el consumo de aceite de onagra.
Disminuye el consumo de alcohol por la noche.
Realiza ejercicios de mnemotecnia para aprender de manera más fácil y ejercitar la mente. Por ejemplo, piensa en imágenes que te ayuden a recordar nombres.
Juega y haz ejercicios mentales.
Presta especial atención a los elementos que te producen estrés. A veces, cumplir con todas las responsabilidades puede ser muy estresante. Eso puede derivar en problemas de memoria. Te pueden ser útiles la meditación (por ejemplo, el mindfulness), o el yoga, para ayudarte a desconectar.