Los cambios de presión atmosférica influyen sobre las articulaciones. Por ello, en los meses más fríos de otoño e invierno, los problemas reumáticos se acentúan. Si bien por si solos estos eventos climatológicos no afectan a los huesos, pero si al origen del dolor articular.
En realidad, lo que afecta es la acción de la presión atmosférica sobre los receptores de presión que poseen las articulaciones. Esta presión disminuye con la altura y se comporta de forma inversamente proporcional al nivel de humedad del ambiente. Por tanto, a menor presión, mayor humedad. La presión a la baja afecta a las articulaciones que ya cuentan con algún problema y aumenta su percepción del dolor.
Dos de las enfermedades que más se resienten con este cambio de presión son la artritis y la artrosis dos enfermedades reumáticas crónicas, degenerativas y que producen dolor. Fortalecer los huesos es esencial para paliar los síntomas de estas enfermedades.
El colágeno de ha convertido en el aliado imprescindible de las articulaciones. El colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo humano y ayuda a mantener las articulaciones jóvenes, resistentes, lubricadas y flexibles. Sin embargo, hay más complementos que ayudan a fortalecer huesos y tejidos, entre ellos la membrana de huevo.
La membrana de huevo para las articulaciones
La membrana de huevo, también llamada Ovomet, se extrae de la cáscara del huevo. Sus propiedades antiinflamatorias lo convierten en un elemento de lucha contra los problemas articulares. Además, posee propiedades analgésicas que ayudan a paliar el dolor y, por otra parte también regeneradoras que actúan sobre el cartílago desgastado.
Los complementos alimenticios que incluyen en sus componentes la membrana de huevo que junto con el colágeno, el magnesio, el ácido hialurónico, la condroitina y vitaminas B1, B2, B6 y C ayudan al correcto funcionamiento y mantenimiento de los huesos y de las articulaciones.
La combinación de estos elementos naturales está indicada para:
Ayudar en la flexibilidad articular.
Fortalecer las articulaciones.
Reducir los dolores articulares.
Tratar enfermedades degenerativas como la artritis y la artrosis.
Prevenir lesiones articulares provocadas por el ejercicio físico.
Favorecer la activación y modulación del sistema inmunológico.
Deporte y vida sana para unas articulaciones fuertes
Una dieta adecuada y practicar deporte dentro de las posibilidades (con unos buenos estiramientos al principio y al final de cada sesión). Incluye en tu menú alimentos ricos en Omega 3 como el pescado azul, frutos secos con vitamina E y frutas y verduras que contienen altas dosis de vitamina C.