El otoño ya está aquí y con él es posible que haya llegado una sensación de cansancio. No hay que asustarse, el cambio de estación favorece esta sensación de fatiga, y este bajón afecta a un buen número de personas. Ya sea por el frío otoñal o por la primavera, es habitual experimentar una fatiga pasajera.
Pero, ¿cuáles son las causas de la fatiga otoñal? ¿Cuáles son los síntomas y cómo se puede superar la fatiga otoñal? Aquí van algunas recomendaciones para recuperar la energía diaria.
¿Por qué sentimos falta de energía en otoño?
En otoño, muchas personas experimentan fatiga estacional que puede ir desde una simple falta de energía hasta el agotamiento físico o incluso psicológico.
Esta pérdida de energía se produce con la llegada del frío y el acortamiento de los días. Si a esto se añade el comienzo del nuevo curso escolar, el ritmo a menudo frenético del trabajo y las actividades de ocio, esta vuelta a la vida cotidiana puede provocar estrés y una desagradable sensación de agotamiento que frena la energía acumulada durante el verano.
Además, la bajada de las temperaturas, la falta de luz solar y el cambio de hora afectan a nuestro reloj interno y alteran el ritmo del día. Cuando este reloj interno está desajustado, ya no envía las señales correctas al organismo, lo que puede provocar una alteración en la secreción de melatonina (la hormona del sueño), con el consiguiente cansancio.
Por último, la serotonina, una de las moléculas que intervienen en nuestro estado de ánimo, también se ve afectada durante el otoño, con un descenso de los niveles de serotonina que puede explicar los sentimientos de tristeza de algunas personas.
¿Cuáles son los síntomas de la fatiga estacional?
La fatiga otoñal puede manifestarse de distintas maneras. Algunas personas se sienten fácilmente irritables y malhumoradas. Otras, ansiosas por naturaleza, pueden sentirse más estresadas de lo habitual. Pero la mayoría de las veces, el síntoma más notable es una fatiga intensa e inusual.
Dificultad para levantarse por la mañana, somnolencia durante el día, necesidad de hacer la siesta por la tarde... aunque la mayoría de estos síntomas no tienen consecuencias reales y acaban desapareciendo en unas semanas, en algunas personas pueden desembocar en una depresión estacional, que es importante tratar. También se conoce como trastorno afectivo estacional, que empieza con fatiga física y muscular y luego se convierte en fatiga mental.
También puede provocar un aumento del apetito y de peso. Si los síntomas persisten y no mejoran espontáneamente en 3 o 4 semanas, es aconsejable consultar al médico.
¿Qué tratamiento vitamínico adoptar para combatir el cansancio otoñal?
El cansancio otoñal puede empezar a notarse tras la vuelta de vacaciones. Para evitar que se instale, hay que empezar a ocuparse de ella lo antes posible, y eso incluye seguir una dieta adecuada.
Una dieta más fácil de digerir, rica en vitaminas y minerales de temporada (manzanas, peras, uvas, calabaza, col, rábano negro, achicoria, hinojo y tubérculos como zanahorias, chirivías y jengibre), proporciona la energía y las vitaminas que el cuerpo necesita en esta época del año.
La vitamina C es, por supuesto, esencial para superar la fatiga. Considerada una de las mejores vitaminas antifatiga, puede tomarse de forma natural comiendo cítricos, kiwi o cualquier otra fruta de color, o bien tomando vitamina C en forma de suplementos, sin superar nunca 1 gramo al día y tomándola antes de las 12 del mediodía para evitar repercusiones sobre el sueño.
La vitamina D también es importante para combatir el cansancio, sobre todo en invierno, cuando el sol escasea, ya que el organismo segrega esta vitamina bajo la influencia de los rayos solares.
Los complementos alimenticios a base de complejos multivitamínicos son una valiosa ayuda para controlar esta fatiga y deben tomarse como tratamiento de al menos 1 mes de duración. Además de un tratamiento con vitaminas, puede ser útil un tratamiento de 3 meses con magnesio a partir del final del verano, sobre todo para las mujeres que suelen tener una carencia crónica de este oligoelemento.
En resumen, acostarse 30 minutos antes cada noche ayudará a anticiparse a esta fatiga. En cualquier caso, un sueño reparador suficiente es su mejor aliado en la lucha contra la fatiga.
¿Cuáles son los remedios naturales antifatiga para el otoño?
La apiterapia, una solución natural para recuperar la forma
Además de por su atractivo nombre, esta terapia a base de productos de las abejas, lo tiene todo. La jalea real proporciona un impulso de energía impresionante, especialmente cuando te sientes temporalmente cansado.
La jalea real contiene todas las vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B5, B6, B8, B9, B12) y también aporta oligoelementos y minerales como fósforo, zinc, calcio, hierro y potasio. Tomar 0,5 g de jalea real pura para fundir bajo la lengua o en un poco de líquido como tratamiento de 3 semanas a 1 mes es garantía de un aumento de sus niveles de energía.
Plantas y aceites esenciales para un subidón de energía
Ciertas infusiones de hierbas, como el ginseng, el guaraná y la equinácea, tienen un efecto antifatiga y ayudan a reforzar el sistema inmunitario. Las cápsulas de rodiola también son muy eficaces contra la ansiedad.
En cuanto a los aceites esenciales, deben utilizarse siempre con la máxima precaución, sobre todo en mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, así como en niños menores de 6 años, en los que están contraindicados. Una gota de aceite esencial de menta piperita en una cucharada de miel, por la mañana y a la hora de comer durante 1 semana, tiene un efecto antifatiga garantizado.
En difusión, los aceites esenciales de cítricos o bergamota tienen un efecto antifatiga. La rosa de Damasco puede ser eficaz contra los síntomas de la depresión estacional.
Existen varias soluciones para contrarrestar esta fatiga, así que no dejes que te domine. Adopta hábitos de vida y de sueño que te ayuden a recuperar la forma y a mantenerla. En particular, piensa en reducir el ritmo de tu rutina diaria, mantener una dieta equilibrada rica en vitaminas naturales o reforzar tus niveles de energía con curas antifatiga.
No olvides que la actividad física regular también es esencial para una buena vitalidad: caminar, correr, nadar o incluso hacer yoga, el ejercicio físico es un remedio infalible contra la fatiga. Después del deporte, los músculos oxigenados se tonifican y se reactivan. Del mismo modo, dormir bien desempeña un papel importante, ya que solo durante el sueño se renuevan las células del sistema inmunitario. En caso de fatiga persistente y trastornos del humor asociados, no dude en consultar a su médico y/o farmacéutico.