
¿Quién hubiera imaginado que la leche materna se puede congelar sin que se convierta en un bloque de hielo? Aunque parezca un truco mágico, congelar leche materna es una práctica bastante común y necesaria para muchas mamás lactantes. Este líquido dorado, lleno de nutrientes, es un regalo inestimable para los pequeños, pero a veces es complicado lograr que se mantenga fresca y lista para usar. A medida que la vida se vuelve más agitada, saber cómo congelar la leche materna correctamente se convierte en un salvavidas para las madres que desean seguir alimentando a sus bebés, incluso cuando no están físicamente presentes.
En este artículo, aprenderás los pasos clave para congelar leche materna, desde el almacenamiento hasta el descongelado, asegurando que tu bebé reciba todo lo que necesita sin sacrificar la calidad. ¡Prepárate para convertirte en un experto en el arte de la congelación de leche materna!
Importancia de la leche materna y su conservación
Beneficios nutricionales
La leche materna no solo es el alimento más natural que puedes ofrecer a tu bebé, sino que también está repleta de nutrientes importantes que apoyan su desarrollo. Contiene anticuerpos que ayudan a proteger al bebé de enfermedades, lo que la convierte en una opción ideal durante los primeros meses de vida. Al congelar la leche, aseguras que tu pequeño siga recibiendo estos beneficios, incluso cuando no puedas amamantar directamente.
Tipos de leche materna
Hay diferentes tipos de leche materna, y es importante entender cómo manejarlas. La leche de inicio, que es la primera que tu bebé recibe, es más rica en proteínas y nutrientes que la leche de fin. Al congelar, asegúrate de etiquetar bien los frascos para saber qué tipo de leche estás almacenando y cuándo fue extraída.
Cuándo es el mejor momento para congelar
El mejor momento para congelar la leche materna es justo después de extraerla. Si planeas almacenar leche que ya has amamantado durante el día, lo ideal es que la refrigeres primero y luego la congeles. Esto ayuda a mantener la calidad y el sabor, y minimiza el crecimiento bacteriano.
Cómo preparar la leche materna para congelar
Recipientes adecuados
No todos los recipientes son aptos para congelar leche materna. Se recomienda utilizar bolsas de almacenamiento específicas para leche materna, frascos de vidrio o de plástico libre de BPA. Asegúrate de que estén bien sellados para evitar quemaduras por congelación y la entrada de aire.
Etiquetado y fechas
No olvides etiquetar cada frasco o bolsa con la fecha y, si es posible, la hora de extracción. Esto te permitirá utilizar siempre las porciones más antiguas y evitar desperdicios. Además, si tienes varias cantidades, asegúrate de que cada bolsa se congela de manera que no quede aire atrapado.
Cantidades a congelar
Es recomendable congelar la leche en porciones pequeñas, generalmente de 60 a 120 ml. Esto facilita el descongelado y evita que tengas que descongelar más leche de la necesaria, lo que podría llevar al desperdicio de alimento tan valioso.
Proceso de congelación

Temperatura adecuada
La leche materna debe ser congelada a una temperatura de -18°C o menos. Este es el estándar para garantizar que los nutrientes se mantengan estables. Si tu congelador no tiene una temperatura constante, considera la posibilidad de adquirir un modelo específico para el almacenamiento de alimentos.
Congelación rápida
Evita la congelación lenta, ya que esto puede afectar la calidad de la leche. Siempre que sea posible, coloca las bolsas o frascos en la parte trasera del congelador, donde la temperatura es más constante, y no apiles muchos recipientes juntos para permitir una buena circulación de aire.
Tiempo de almacenamiento
La leche materna congelada puede mantenerse en un congelador común durante seis meses, aunque se recomienda consumirla dentro de tres meses para obtener la mejor calidad. Después de ese tiempo, la leche puede ser segura para usar, pero algunos nutrientes pueden disminuir.
Descongelación de la leche materna
Métodos de descongelación
El método más seguro para descongelar la leche materna es en el refrigerador. Esto puede tardar varias horas, pero es la manera más efectiva de preservar los nutrientes. Si necesitas descongelarla más rápido, puedes usar agua tibia o un baño de agua caliente, pero nunca uses el microondas, ya que puede calentar la leche de manera desigual y destruir algunos de sus nutrientes.
Cómo volver a congelar
Una vez que la leche materna ha sido descongelada, no se recomienda volver a congelarla. Si no has terminado de usarla dentro de las 24 horas después de ser descongelada, lo mejor es desecharla para evitar riesgos de salud. Esto puede parecer doloroso, pero es mejor prevenir que lamentar.
Almacenamiento en el refrigerador
Si planeas usar la leche materna descongelada en un periodo corto, puedes almacenarla en el refrigerador hasta por 24 horas. Asegúrate de mantenerla en un lugar frío y seguro para preservar su calidad durante ese tiempo.
Consejos adicionales para el manejo de leche materna
Mantén la higiene
Siempre lávate las manos antes de manipular la leche materna, y asegúrate de que los frascos y bolsas estén completamente limpios. Un entorno limpio es importante para proteger la leche de cualquier contaminación.
No mezcles diferentes extracciones
Evita mezclar la leche recién extraída con leche que ya ha sido refrigerada o congelada. Esto puede afectar la calidad y la fecha de caducidad de la leche. Cada extracción tiene su propia vida útil y es mejor mantenerlas separadas.
Infórmate y pregunta
No dudes en consultar a un especialista en lactancia o a un pediatra si tienes dudas o preocupaciones sobre el almacenamiento y la congelación de la leche materna. Ellos pueden ofrecerte información específica y adaptada a tus necesidades y a las de tu bebé.