Si eres de los que no espera hasta último momento para darle un empujón a tus defensas y eres partidario de la medicina natural, seguro habrás oído que las jaleas son uno de los mejores aliados de tu sistema respiratorio e inmune. No obstante, si andas un poco perdida con la terminología y no sabes las diferencias entre los diferentes tipos de jaleas, presta atención a lo que te vamos a contar en el artículo de hoy.
Las jaleas y sus usos en parafarmacia
Como hemos comentado en anteriores artículos en este blog, los productos apícolas como la jalea real son una fuente rica en aminoácidos, minerales y demás nutrientes que los convierten en buenos complementos alimenticios para recuperar la energía en épocas del año en las que carecemos de vitalidad. Además, recientemente también se ha encontrado que la jalea real liofilizada también se está usando en cosmética capilar, pues muchos champús y acondicionadores aprovechan para nutrir y reparar las fibras capilares gracias a su alta concentración en proteínas, aminoácidos y lípidos.
Por otro lado, aunque el polen seco se ha comprobado que puede resultar de gran valor energético para personas de todas las edades, unos estudios realizados en Francia han demostrado que nuestro organismo dedica mucho tiempo a su digestión y conseguimos asimilar sólo el 30% del polen ingerido. Para evitar que eliminemos el 70% del polen como fibra vegetal, te proponemos mezclar en una cucharita los granos de polen con miel y propóleo, lo que se le llama comúnmente Pan de Abejas Energizante. De este modo lo que conseguimos es que los granos de polen se descompongan más fácil y rápidamente y disminuimos así la cantidad de polen que desecharía nuestro cuerpo.
Para afrontar con la máxima energía este otoño, piensa que los beneficios entre tomar jalea real y polen son muy parecidos. Solamente debes vigilar si desconoces si eres alérgico al polen (antes de consumirlo ponlo en contacto en tu piel y espera unas horas por si te aparecen rojeces y picores), ya que la jalea real puede ser un complemento sustitutivo ideal. ¿Aún no has comenzado a revitalizar tu cuerpo?