La garcinia cambogia es un árbol de hoja perenne que crece al sur de la india. Sus frutos parecen pequeñas calabazas, y son ampliamente empleados en la cocina asiática.
Sin embargo en Occidente es más conocido por sus propiedades adelgazantes. Su uso se ha recomendado también en personas con problemas cardiovasculares y en casos de hiperlipemia ya que ayuda a normalizar los niveles de colesterol y triglicéridos.
El principio activo de la Garcinia cambogia es el ácido hidroxicítrico (HCA), que se encuentra en la corteza del fruto. El HCA actúa inhibiendo procesos enzimáticos que tienen lugar en el hígado. De esta manera se creas la lipogénesis, es decir la síntesis de nueva grasa corporal que se genera a causa de un exceso de hidratos de carbonos.
La lipogénesis ocurre cuando ingerimos más hidratos de carbono de los que llegamos a quemar. Así el exceso de glucosa se convierte en glucógeno, que se almacena en el hígado y sobre todo en los músculos y que sirve como depósito de energía de uso rápido.
Cuando estos depósitos están llenos, el hígado envía al cerebro a través del nervio vago, la señal de saciedad para que nuestro estomago no necesite seguir comiendo. Si esta señal es desatendida y sigue sobrando glucosa, se abre la vía metabólica de la lipogénesis y la glucosa “sobrante” se convierte en grasa corporal y colesterol. El HCA actúa inhibiendo la enzima encargada de convertir la glucosa excedente en ácidos grasos. En otras palabras, limita el incremento de la lipogénesis y reduce la síntesis de ácidos grasos de cadena larga y de colesterol.
Además de limitar la formación de nueva grasa corporal, el HCA activa el proceso de termogénesis que, a través de un aumento de la temperatura corporal, ayuda a quemar las grasas ya acumuladas.
Por si eso no nos parece suficiente, resulta que el HCA ayuda también a disminuir la ingesta calórica. Por un lado, aumenta la sensación de saciedad al incrementar la producción y el almacenamiento de glucógeno, y por otro, estimula la liberación de serotonina e inhibe su recaptación a nivel cerebral, ayuda a controlar el apetito y aumenta la sensación de bienestar sobre todo en los casos en que la ingesta excesiva está relacionada con la ansiedad.
Debido a este sistema de funcionamiento, podemos decir que el mecanismo de acción del HCA es muy diferente respecto a otros suplementos adelgazantes que suelen actuar estimulando el cerebro.
Más propiedades
La Garcinia Cambogia también es astringente y antibiótica con lo cual está recomendada para tratar problemas de encías, dolencias digestivas e incluso reumatismos. Los antocianos presentes en la corteza del fruto protegen los capilares sanguíneos y tienen efectos antisépticos y antiinflamatorios útiles en tratamientos para dolencias circulatorias.
Suplementos: dosis y precauciones
- Se recomienda tomar de 500 a 1.000 mg de extracto de Garcinia Cambogia entre media y una hora antes de las comidas principales.
- En dosis más altas pueden aparecer molestias gastrointestinales que desaparecen al suspender la toma.
- No desarrolla tolerancia y se puede tomar en tratamientos largos. Cuando se deja de tomar no produce el efecto rebote.
- Se desaconseja su uso en personas con diabetes mellitus de tipo 2 ya que aumenta la producción de glucogéno. Tampoco se recomienda su uso en mujeres embarazadas o lactantes.