El colesterol, a pesar de todas las buenas funciones que realiza en nuestro cuerpo, puede convertirse en un problema si su concentración en sangre es demasiada elevada. Por suerte, existen recomendaciones para seguir una vida saludable que te permita mantenerlo a raya.
Primero, lo primero: Somos lo que comemos, así que una buena alimentación es básica para mantenernos sanos y en forma.
Dieta para combatir el colesterol alto
Para controlar el colesterol, debemos seguir una dieta equilibrada y baja en grasas saturadas. Un ejemplo de los alimentos que podemos comer durante el día es el siguiente:
Desayuno: café o infusión, yogures sin azúcar, frutas (siempre mejor enteras que en forma de zumo), cereales integrales o pan con tomate y aceite, aguacate, queso fresco, huevos revueltos... ¡Hay montones de opciones!
Media mañana: unos frutos secos al natural y una pieza de fruta son una buena idea para saciarnos de forma saludable.
Comida: carne magra, pescado o legumbres, u otras fuentes de proteína vegetal como el tofu, no deben faltar acompañadas de una buena ración de verduras. Si lo prefieres, también puedes incluir un poco de arroz, patata, quinoa...
Merienda: Fruta, café o té con leche desnatada, o una onza de chocolate negro son snacks estupendos para continuar el día.
Cena: Ensaladas, sopas, verduras enteras o en crema son el acompañamiento perfecto para unos filetes a la plancha, o una tortilla francesa. Las cenas ligeras, además, facilitan la digestión y el descanso durante la noche.
Básicamente hay alimentos que nos ayudan a aumentar los niveles de colesterol HDL, el colesterol bueno, porque aportan ácidos grasos monoinsaturados como el aceite de oliva. El pescado azul (atún, sardina, boquerón, salmón…) nos aportan ácidos grasos omega-3, y las frutas y verduras nos aportan vitaminas y antioxidantes.
La mantequilla cambiarla por el aceite de oliva, y las carnes grasas por carnes blancas; de este modo, conseguimos disminuir mucho la ingesta de grasas que nos perjudicarían en nuestro intento de reducir el colesterol.
Otro factor que nos puede ayudar mucho, es hacer ejercicio aeróbico: caminar, correr, ir en bici… solo son ejemplos de deportes que nos ayudarán a tener nuestro corazón en forma y rebajar los niveles de colesterol, especialmente si se realizan poco después de comer. El sedentarismo no es bueno para la salud en general, y en el caso de tener el colesterol alto, menos aún.
Además, también existen complementos alimenticios para el colesterol que, previamente prescritos por un/a profesional sanitario/a, pueden contribuir a regular los niveles ¿Los conocías?