La siesta es un periodo de descanso muy famoso en España, pero que en realidad practican muchos animales desde siempre. Alternar las fases de sueño y vigilia permitía a los primeros humanos estar descansados durante más tiempo, con energía y dispuestos a cazar o defender su territorio. Poco a poco, la costumbre de dormir después de comer para recuperar fuerzas y hacer un reset al cerebro se ha ido perdiendo para adaptarse a una vida con ritmos mucho más rápidos, siempre de un lado para otro y sin descanso entre la mañana y la noche.
Por qué la siesta sienta bien
- Mejora la salud cardiovascular. Tras 45 minutos de descanso, disminuye la presión arterial, la tensión, el estrés y el ritmo cardíaco. Además, cuando se duerme se libera la hormona del crecimiento que lucha contra la hormona cortisol cuya producción aumenta intolerancia a la glucosa y a la grasa, debilita el sistema muscular e inmunológico. Según los especialistas, aquellas personas que practican el noble arte de dormir después de comer tienen un 40% menos de riesgo de sufrir un infarto.
- Facilita el aprendizaje. Después de una cabezada, la capacidad de aprendizaje aumenta en un 10% según un estudio de la Universidad de Berkeley. Por una parte, descansar después de comer fija los conocimientos adquiridos y permite a la mente adquirir los nuevos.
- Aumenta la productividad. De la misma manera que una siesta ayuda a fijar conocimientos nuevos, ayuda a ser más productivo ya que el el refresh que hace el cerebro lo deja fresco y dispuesto a continuar con fuerza las tareas. Con 15 minutos sería suficiente para volver al trabajo a toda vela.
- Mejora los reflejos. La Nasa comprobó en los aviadores de larga distancia que una siesta les dotaba de mejores reflejos y sus tiempos de reacción era más cortos tras dormir 26 minutos.
- Ayuda a crecer. Uno de los motivos por que los bebés deben dormir y descansar correctamente es porque, como hemos indicado, la siesta estimula la hormona del crecimiento. En la adolescencia también es importante que se respeten los tiempos de descanso ya que aún están en periodo de formación.
- Te hace feliz. Dormir llena el cerebro de serotonina el neurotransmisor que regula el sueño, el apetito y el estado de ánimo. Por tanto, cuanto más descanses mayor sensación de bienestar y un mejor estado de ánimo se tendrá.
- Estimula la creatividad. La siesta estimula la actividad del hemisferio derecho del cerebro, encargada de la creatividad, por lo que ayuda en aquellos trabajos en que es necesario dejar correr la imaginación.
¿Cuanto debe durar la siesta ideal?
Dependiendo del tiempo que se dedique a la siesta, se obtendrán unos beneficios u otros o ser contraproducente.
- De 10 a 20 minutos: Despeja la mente y se trabaja con más rapidez después de la cabezadita.
- 30 minutos: Se ha roto la fase del suelo y puedes sentirte un poco desorientado, como si estuvieras resacosa. Después de media hora, desaparecen y la mente vuelve a la claridad.
- 60 minutos: Pasada una hora, la mente se adentra en el sueno de onda lenta, que ayuda a recordar datos, lugares y cara.
- 90 minutos: Se completa el ciclo completo de sueño REM, mejora la creatividad y la memoria emocional.