Preparar un té puede parecer algo tan simple como elegir una bolsita y ponerla en una taza con agua hirviendo durante unos minutos; sin embargo, hacer un buen té va mucho más allá.
Vale, es cierto que en España no existe una ceremonia del té como ritual, como sí ocurre en muchos países de Asia o en Marruecos. Y que no prepararlo como se merece tampoco es un crimen, ok. Pero ¿y si a partir de ahora intentas hacerlo de modo que exprimas todas sus propiedades y el máximo sabor?
Toma nota, ¡que te explico cómo!
Tipos de té, temperatura del agua y tiempo de reposo
Esto no es ninguna; existen diferentes variedades de té: el té verde, el té blanco, el té negro, el té rojo y otros menos conocidos, como el té azul. Por cierto, sé lo que te estás preguntando, y no, ¡los roiboos no son un tipo de té!
Aunque todos proceden de la misma planta, sus procesos de elaboración son diferentes, dando lugar a que cada uno tenga sus propias características y propiedades:
- El té negro es energizante y ayuda a combatir la inflamación. Para prepararlo, pon el agua a 95ºC y déjalo reposar unos 4 o 5 minutos.
- El té blanco tiene un sabor suave y fresco, es antioxidante y favorece la salud dental. Es el requiere menos temperatura (60ºC) y más tiempo de reposo (4-6 minutos)
- El té verde, y su famosa variedad té matcha, es muy rico en flavonoides y se asocia a una buena salud cardiovascular. Tampoco requiere una temperatura demasiado alta, basta con dejarlo a 70ºC durante 2-3 minutos.
- El té rojo destaca por su gran poder diurético, ideal para la retención de líquidos. Para prepararlo, el agua debe rondar los 95ºC y hay que dejarlo reposar un máximo de 4 minutos.
- El té azul puede contribuir a reducir la ansiedad, a la vez que favorece la atención. También necesita agua en torno de 95ºC, y puede reposar hasta 8 minutos.
Mi secreto para que el verdadero sabor y olor del té no se vean perjudicados, es no usar nunca agua hirviendo. Si usas un hervidor de agua, basta con llenar tu taza o tetera y esperar unos instantes a que se atempere para hacer la infusión.
Cómo hacer té con leche
Si, como a mí, te gusta más de este modo ¡también te explico cómo hacer el té con leche!:
- Prepara el agua a la temperatura correspondiente según el tipo de té elegido, y espera el tiempo adecuado para que infusione.
- Retira el filtro de té y añade la cantidad de leche que prefieras, pero asegúrate de que esté caliente.
- Déjalo reposar durante un par de minutos para que se mezclen los sabores ¡y listo para tomar!
Y hasta aquí la clase práctica para disfrutar de una de las mejores alternativas al café. Y tú ¿eres más del té tradicional o lo prefieres el té con leche?