¿Pasas más de cuatro horas conectado al teléfono? ¿Eres incapaz de recibir una notificación y no mirar el móvil? Es posible que hayas desarrollado, cierta dependencia al teléfono, pero ¡tranquilidad! Es más habitual de lo que parece.
Y es que según un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) antes de la pandemia, uno de cada cuatro usuarios tenía síntomas claros de dependencia al teléfono, y esta cifra aumentó durante la pandemia y se ha mantenido. Y además, la edad media de iniciación en el manejo de nuevas tecnologías es 7 años y un 91% de niños de entre 9 y 16 años, tiene perfil en redes sociales y las usa habitualmente.
Si sufres de irritabilidad, alteración del sueño y falta de atención y concentración, ¡es momento de hablar de adicción al teléfono!
¿Qué es la adicción al teléfono?
La adicción al móvil pertenece a las llamadas adicciones sin sustancias, ya que no está asociada a ninguna sustancia física, sino al uso excesivo de cualquier dispositivo tecnológico con acceso a Internet.
Si la persona siente un “miedo” irracional ante la situación de estar sin móvil y/o a no utilizarlo, estaríamos hablando de dependencia y podría convertirse en una adicción. Esto se conoce como nomofobia. Y en algunos casos, los usuarios tienen características conductuales similares a otras adicciones como el juego.
¿Cómo saber si soy adicto al teléfono?
¿Padezco o no de nomofobia? Esa es la pregunta que nos hacemos al hablar de adicción al teléfono. Y es que desde la pandemia el uso del teléfono aumentó de manera considerable y esas cifras, pesé a la vuelta a la rutina han seguido aumentando o se han mantenido.
Síntomas para detectar si soy una persona adicta al teléfono:
Búsqueda constantemente del teléfono.
El uso del móvil ocupa un porcentaje alto de tu tiempo.
Si te despiertas por la noche compruebas si tienes notificaciones.
Sientes emociones negativas como ira, tristeza o angustia cuando no tienes el teléfono o no puedes consultarlo.
Usas o consultas el teléfono mientras conduces.
La cantidad de tiempo de uso del teléfono afecta a tu vida profesional y personal.
Si intentas limitar el uso del teléfono, el tiempo sin utilizarlo es escaso.
Lo primero que debes saber es que el uso del teléfono está normalizado y gran parte de la sociedad utiliza de manera excesiva el teléfono y los dispositivos electrónicos. Esto no quiere decir que esté bien y que haya que seguir en esa línea. Hay maneras de detectar si estamos cruzando algunas líneas y tratar de reducir el uso de los dispositivos.
Como siempre, en caso de que la prevención no ayude a reducir el uso y/o detectásemos un aumento de la dependencia al teléfono, deberíamos acudir a un médico que valorase nuestro caso y nos recomendase pautas para reducir el uso.
¿Qué provoca la adicción al teléfono?
Al pasar tantas horas conectados y mirando a pantallas, podemos sufrir desde rigidez muscular a sequedad ocular hasta falta de concentración en el colegio o el trabajo.
Posibles efectos de la adicción al teléfono móvil:
Visión borrosa, ojos secos y/o rojos e irritados.
Fatiga
Ilusiones auditivas, es decir, creer que el teléfono suena o vibra cuando no lo hace.
Dolor y rigidez muscular
Dolor en el pulgar o en la muñeca.
Pérdida de interés en otras actividades que antes realizábamos.
Insomnio y/o trastornos del sueño, ya que al utilizar el teléfono o los dispositivos por la noche el cerebro reduce la producción de melatonina.
Empeoramiento del rendimiento escolar o laboral
Sensación de irritabilidad o malestar cuando no tiene el teléfono o incluso, sensación de soledad al no tenerlo.
Mayor riesgo de desarrollar depresión o ansiedad.
Ponerse en situaciones de peligro al utilizar el teléfono cuando no debería hacerlo.
Además, hay que tener en cuenta que el uso del teléfono móvil tiene un efecto sobre la dopamina. ¿Qué es? Una sustancia química que provoca sensación de placer. Al utilizar el teléfono aumentamos la producción y liberación de dopamina y esto hace, que cada vez lo utilicemos más.
¿Qué hacer si soy adicto al teléfono?
Vale, puede ser que nos veamos reflejados en algunos de estos síntomas. Y ahora, ¿qué hago? ¿Cómo puedo bajar este uso?
Si creemos que podemos tener adicción al móvil, una de las recomendaciones sería tratar de averiguar los motivos de ese uso. Y si no podemos determinarlo, lo mejor sería acudir a un especialista que nos ayude.
¿Qué podemos hacer para vencer la adicción al móvil?
Limita el tiempo de uso del teléfono o de las aplicaciones en las que ocupas más tiempo. En situaciones más drásticas se recomendaría eliminarlas si esto no funciona.
Elimina las notificaciones para evitar estar consultando el móvil cada vez que se ilumina la pantalla.
Deja el teléfono lejos mientras trabajas o a la hora de ir a dormir.
Llena el espacio de tiempo que ocupa el uso del móvil con actividades que te gusten: Deporte, paseos, baile, lectura…
En caso de que estemos hablando de hijos o niños pequeños, limita el uso del móvil y de los dispositivos electrónicos. La recomendación inicial con los niños es evitar su uso hasta que supere cierta edad.