La vuelta al cole resulta, para muchos niños, mucho más difícil de lo que nos imaginamos. El cambio de rutina, el no dormir las horas suficientes (menos de 9 horas diarias) o el no llevar una alimentación saludable, pueden hacer que nuestro pequeño no rinda lo suficiente en sus actividades diarias. Así, los primeros días se convierten en pesadas montañas que hay que escalar. Volver a madrugar, a estar atento en clase, y a establecer rutinas alimenticias y horarias es algo que toca hacer cada año, pero no por ello se hace más llevadero.
Una alimentación equilibrada es esencial, pero en ocasiones no basta para que el pequeño pueda superar todos esos retos que se le presentan en el día a día. Si en estas fechas notas a tu hijo más cansado de lo habitual, tal vez debas plantearte el darle algún complemento vitamínico.
¿Qué son los complementos vitamínicos?
Los suplementos vitamínicos son compuestos artificiales que contienen una serie de vitaminas para compensar la carencia de éstas. Este déficit puede venir provocado por una alimentación inadecuada, por pasar por una época de estrés y presión o por haber empezado a realizar deporte de una manera constante y a un nivel alto. Los motivos, pueden ser variados, pero el resultado es que la necesidades vitamínicas de tu cuerpo aumentan y de manera natural, no eres capaz de saciarlas. Volver al colegio es uno de esos momentos de necesidad de los niños y que puede sobrellevarse fácilmente gracias a los complementos vde vitaminas cuando a través de la alimentación no es posible.
La vitamina A es es vital para los más pequeños, ya que ayuda al crecimiento y desarrollo de huesos, dientes y encías, además de ser esencial para la piel, las membranas mucosas y el crecimiento del pelo, así que es muy importante controlar los niveles de ésta. ¿Y dónde se encuentra la Vitamina A? Pues, sobre todo, en un alimento bastante detestado por los más peques: las verduras. Tomate, zanahorias, pimientos rojos, espinacas, lechuga y acelgas son verduras muy ricas en esta vitamina, pero que muchos niños rechazan. En estos casos, puede ser bueno aportar ese extra de vitaminas y nutrientes que nos aportan los complementos vitamínicos.
Pero hay que tener siempre muy en cuenta que un complemento vitamínico no puede ser nunca un sustituto a los alimentos naturales, sino un plus de energía. Por ello, hay que enseñar al niño a comer correctamente, si bien podemos acompañar su dieta con alguna ayuda para contribuir al funcionamiento normal del sistema inmunitario y a un correcto desarrollo corporal y mental.
¿Cómo tomar vitaminas?
Las vitaminas no deben tomarse durante demasiado tiempo seguido. Se recomienda tomarlo una vez al día durante uno o dos meses en épocas del año muy concretas, como es el momento de la vuelta al cole o antes la llegada del invierno para evitar posibles catarros o gripes. También frente a épocas de exámenes o de grandes cargas de trabajo. Si bien los peques vuelven al cole, los adultos también se enfrentan a la rutina y a temporadas con mucho estrés.
Cada suplemento, además, cuenta con un momento del día para optimizar su eficacia. Por ejemplo, hay ciertas vitaminas que se asimilan mejor en un medio graso o acompañadas de la comida, mientras los probióticos efectuarán mejor su acción de limpieza inmediatamente antes de comer, en cambio; los aminoácidos tomados fuera de las comidas evitan que entren en competencia con otros aminoácidos presentes en las proteínas de los alimentos.