¿Sabías que el melanoma representa entre el 2 y el 3% de todos los cánceres y que 2 tercios de estos cánceres están relacionados con la exposición excesiva al sol, principalmente durante la infancia?
Si bien una exposición muy moderada al sol es beneficiosa para la síntesis de vitamina D en adultos, exponer a un bebé o a un niño pequeño supone un gran riesgo de daños en la piel y los ojos. De hecho, la exposición se acumula, y los daños causados a la piel aún frágil de los bebés acaban siendo después la principal causa de melanomas en los adultos.
¿Sabes cómo proteger adecuadamente a tu hijo o hija del sol? Te damos algunos consejos:
Consejo 1: no expongas a tu hijo pequeño al sol
En cualquier caso, ¡nunca antes de 3 años! La piel de los niños es demasiado frágil como para recibir los rayos del sol, particularmente los UVA y UVB, que pueden provocar daños irreversibles en la delicada piel del bebé.
Consejo 2: evita la exposición a las horas de más calor
La radiación solar es más intensa y, por lo tanto, es más probable que queme la frágil piel de los niños pequeños entre las 11 a. m. y las 4 p.m. Por ello, es necesario evitar exponer a los niños a la luz solar directa durante estas horas.
Consejo 3: elige un factor de protección adecuado
Los niños tienen la piel muy fina y especialmente frágil, por lo que el protector solar debe adaptarse en consecuencia, y debe elegirse con un índice de protección SPF 50. Existenprotectores solares especiales para niños, con una aplicación no grasa, y seguros gracias a sus filtros minerales.
Consejo 4: aplica bien el protector solar
El protector solar sólo es eficaz si se aplica correctamente en todas las partes del cuerpo de manera uniforme y, sobre todo, en cantidad suficiente. Para tener una referencia, son aproximadamente 30ml para un niño de entre 1 y 2 años, el equivalente a 2 cucharadas para todo el cuerpo. Además, se debe renovar su aplicación cada dos horas y después del baño. También es útil el uso de ropa anti-UV, que les permite nadar con ella.
Consejo 5: presta atención aunque no veas el sol
Incluso si el sol desaparece, los rayos ultravioleta permanecen presentes: la luz o una fina nubosidad atenúan el calor, pero no bloquean la radiación ultravioleta. De hecho, recibimos la mitad de la radiación solar bajo una sombrilla. Por eso, incluso en la sombra, hay que asegurarse de proteger la piel del bebé. Por último, las nubes no detienen los rayos ultravioleta más peligrosos, por lo que en esos casos la protección solar sigue siendo esencial.
Consejo 6: ponle ropa que cubra, holgada y ligera
Siempre con el objetivo de proteger todas las zonas de la piel de los más pequeños, y al mismo tiempo protegerlo del calor, la mejor solución es que usen ropa holgada y que cubra bien .
Consejo 7: ofrécele sombrero y gafas de sol
La cara es la parte del cuerpo más expuesta y es también donde la piel de un niño es fina y frágil. Además, la cabeza es un lugar a proteger del golpe de calor. Para proteger a tus hijos del sol, ponles un sombrero de ala ancha o una gorra que llegue hasta la nuca. Por último, las gafas de solson fundamentales para proteger su retina. Las lentes deben ser 100% anti-UV y estar etiquetadas con fotoprotección 4 para que filtren todos los rayos UVA y UVB.
Consejo 8: dale agua regularmente
En caso de calor extremo, la hidratación es fundamental, tanto para pequeños como para mayores. No olvides darle agua periódicamente, aunque no quiera, para limitar el riesgo de insolación o deshidratación. Ofrécele bebidas que le gusten (sin azúcar por supuesto) para que pueda beber a menudo.
Consejo 9: ¿Qué hacer si se quemas con el sol?
Si por desgracia, y a pesar de todas tus precauciones, se produce una quemadura solar, hidrata bien su piel con una crema hidratante, un after-sun específico para niños o una loción a base de aloe vera después de darle un baño refrescante. En caso de un golpe de calor, con fiebre, náuseas o vómitos, llévela al médico de inmediato.
Consejo 10: Ten cuidado al viajar en coche
Los rayos que atraviesan las ventanas pueden ser perjudiciales para los bebés. Por ello es recomendable utilizar un parasol adecuado al coche para proteger al niño y generar un poco de frescor en el vehículo. Asegúrate siempre de hidratarlo bien, y de supervisarlo en el coche.
Si tienes alguna duda o pregunta acerca de cómo preservar el capital solar, consulta a tu pediatra o farmacéutico.
Artículo traducido por Celia Núñez, redactado originalmente en francés por Sandrine Nail-Billaud.