Es uno de los problemas de piel más comunes, llegando a afectar entre al 2% y 5% de adultos y al 20% de los niños. Sus características son muy notables: sequedad, enrojecimiento y picor. Y aunque la principal causa es la predisposición genética, factores como el estrés, la falta de hidratación, el uso de jabones agresivos, perfumes, ropa sintética, las infecciones, climas fríos y secos y factores irritantes como el cloro de las piscinas, el agua salada del mar, el sudor o el aire acondicionado pueden favorecer su aparición.
Este tipo de pieles requieren unos cuidados muy específicos que no debemos abandonar en verano. ¿Quieres saber cuáles son?
Cómo cuidar la piel atópica en verano
Lo más importante para cuidar la piel atópica es tenerla bien hidratada. A continuación, daremos una serie de consejos para prevenir el caso de un nuevo brote y cuidarla adecuadamente:
- Hidratar mucho la piel. ¡Fundamental! Tener la piel muy hidratada es el tip número uno. Para ello deberemos usar una crema ideada para el cuidado de las pieles normales y secas con tendencia a irritación y rojez. Bepanthol® SensiDaily es una suave crema emoliente que logra hidratar y regenerar hasta las pieles más sensibles, de bebés, niños y adultos. Te proporciona una protección completa de la micro-flora de la piel, impidiendo que envejezca y se dañe cada vez más. Gracias al poder de sus ricos aceites naturales, como el espino amarillo, y la vitamina B3 consigue reforzar la barrera protectora de tu piel. ¡Perfecta para las pieles atópicas!
- Utilizar ropa de algodón. Como ya hemos comentado, las fibras sintéticas suelen irritar más este tipo de piel, por esto, para prevenir este problema, te recomendamos que utilices ropa de algodón.
- Ventilar la casa. El polvo es otro enemigo de las pieles atópicas, por lo que se aconseja ventilar bien la habitación.
- Evitar el uso de esponjas y jabones agresivos. En el momento de la ducha es mejor utilizar un gel específico para pieles atópicas.
- No frotar al secarse. Después de la ducha es aconsejable el uso de un albornoz para que no se produzcan irritaciones al frotarse con la toalla.
- Aunque sea un poco difícil (con el calor que está haciendo), debemos mantener las zonas del cuerpo que tienden a sudar bien ventiladas para evitar la sudoración.
- No bañarse en la piscina o en la playa mucho tiempo. Debemos bañarnos en un periodo de corta duración para que no se irrite la piel.
- Llevar una dieta equilibrada. Se debe evitar los productos como frutos secos o lácteos, así como los excitantes como la cafeína o la teína.
- Recuerda aplicar cremas o leches emolientes varias veces al día para calmar la piel, sobre todo después de un baño en la playa o piscina. Una crema sin cortisona perfecta es Bepanthol® Calm. ¿Qué beneficios tiene? Alivia el picor y el enrojecimiento en sólo 30 minutos, hidrata la piel, es apto tanto para bebés, como niños y adultos, y además, se puede utilizar en el embarazo y lactancia. ¡Cuida tu piel con Bepanthol y disfruta del verano!