Está claro que el verano es una época maravillosa para disfrutar, pero también tenemos claro que es una temporada peligrosa para nuestra piel. En primer lugar, estamos expuestos al sol continuamente y debemos de protegernos para evitar las peligrosas y más que molestas quemaduras, pero también tiene otros peligros para la piel como las alergias y las irritaciones.
Las irritaciones pueden ser generadas por varias causas, pero uno de los factores más importantes que nos encontramos en verano es el exceso sudoración, y es que a través del sudor se eliminan sales y ácidos orgánicos que pueden irritar la piel, especialmente la de los más pequeños.
A este tipo de irritación se le conoce como Miliaria o urticaria por sudor y da como resultado:
- La piel se pone roja y áspera.
- Dolor o molestia.
- Pequeñas ampollas.
- Heridas derivadas del rascar.
Este sarpullido, causado por un bloqueo en las glándulas sudoríparas, aparece en las áreas propensas al roce cuando el clima es caluroso y húmedo, como los muslos o las zonas en donde se pliega la piel. Una vez que la irritación ya es patente, hay una serie de consejos que debemos tener en cuenta como:
- Secar bien con un paño o una toalla seca.
- No usar productos oleosos.
- Aplicar polvos talco o cremas especificas para las irritaciones.
- Si vas a hacer deporte al aire libre, ponte ropa liviana y suelta de telas que dejen respirar tu piel.
Este verano, ya sabéis, proteged vuestra piel para disfrutar todas las posibilidades que nos ofrece la época estival.