Unas veces por accidente y otras por falta de prevención, las quemaduras suelen convertirse en los problemas de la piel que se reproducen con más frecuencia durante la llegada del buen tiempo.
No utilizar la protección solar adecuada para frenar la nocividad de los rayos ultravioleta puede ser el factor desencadenante que provoque la quemadura de la piel, de manera que es fundamental que protejas tu piel ante cualquier exposición por pequeña que ésta sea. Si aún así no consigues evitar la quemadura, existen una serie de pasos fundamentales que pueden ayudarte a tratar la lesión y a evitar que ésta empeore.
Agua fría y apósitos estériles, una solución rápida y preventiva
Ante cualquier tipo de quemadura, lo primero que debes hacer es colocar la herida bajo una gran cantidad de agua fría. Si la mantienes durante un par de minutos, conseguirás aliviar las primeras sensaciones de dolor y podrás comprobar el alcance de la misma sobre la piel.
Los accidentes domésticos provocados por agua o aceite hirviendo suelen ser los que más generan este tipo de lesiones, llegando a provocar quemaduras de primer grado. Si la herida sólo ha afectado a la capa más superficial de la piel, que es lo que suele ocurrir con las quemaduras solares, como medida preventiva y antes de acudir al médico puedes utilizar apósitos estériles.
Aloe vera, el remedio natural que tu piel necesita
Después de cualquier tipo de quemadura, la piel acostumbra a permanecer irritada y enrojecida durante algún tiempo. Uno de los productos naturales que más se utilizan a la hora de frenar este tipo de molestias es el Aloe vera, que gracias a sus increíbles efectos hidratantes y calmantes consigue reducir la inflamación en cuestión de segundos.
Si no tienes a mano una planta de Aloe vera, cuyo líquido puede ser aplicado directamente de la hoja a la piel, en la actualidad existen un sinfín de cosméticos que incluyen en su composición cada una de sus propiedades. Desde cremas hidratantes hasta aceites vegetales, todos estos productos de higiene y belleza pueden ayudarte a reparar una piel irritada por las quemaduras accidentales o generadas por la alta exposición al sol.
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