El estrés es la manera en que nuestro cuerpo hace frente a una amenaza o un desafío. Esta reacción se manifiesta a través del sistema nervioso simpático, que da lugar a una respuesta de huida o lucha. Por su parte, el sistema nervioso parasimpático es el encargado de hacer regresar al cuerpo a condiciones fisiológicas más normales.
La aromaterapia y los aceites esenciales pueden ayudar a gestionar el estrés. Hay diferentes técnicas para utilizar la aromaterapia contra el estrés. Se pueden utilizar los aceites esenciales a través de la inhalación, la difusión aérea, la aplicación tópica o incluso por vía oral. Todas las variantes actúan directamente en el organismo, sobre las distintas manifestaciones que desencadena el estrés.
Cinco aceites esenciales que relajan
– Aceite esencial de ciprés. Se le atribuyen propiedades contra la ansiedad, la tristeza y la autoestima. Es un gran regulador del sistema nervioso autónomo.
– Aceite esencial de Lavanda. Relaja cuerpo y mente, a la vez que favorece el sueño. Además es útil en caso de subidas de tensión.
– Rosa. Indicado para tratar cuadros de depresión y estrés. Útil también durante la menopausia.
– Incienso. Es un aceite calmante y antidepresivo muy potente. Además repara la piel, por lo que se indica para las cicatrices. Posee una textura pegajosa característica.
– Bergamota. Útil en casos de angustia y desánimo. También para insomnio.
Hidratar el rostro contra el estrés
La piel es una parte del cuerpo que sufre las consecuencias del estrés. Puede reaccionar con rojeces, eccemas y/o pérdida del tono saludable y del brillo. Los aceites esenciales pueden ayudarte a recuperar el aspecto saludable de tu cutis de una manera natural y sencilla.
- Utiliza un frasco de cristal oscuro de 10 ml (puedes comprarlo en cualquier farmacia).
- Rellénalo hasta la mitad con aceite vegetal de Argán
- Añade 2 gotas de aceite esencial de naranjo amargo (hoja) y 2 gotas de aceite esencial de abeto negro
- Rellénalo hasta arriba con más aceite de Argán y agítalo bien
- Aplícate la mezcla dos veces al día (mañana y noche) en el rostro y el cuello previamente limpios