Los aspiradores nasales de bebé son buenos aliados para madres y padres que a diario se topan con la ardua tarea de eliminar el moco del bebé. Existen diferentes modelos de aspiradores nasales: manuales y electrónicos. Ambos modelos realizan la misma función. En el caso del aspirador manual, están compuestos por un aplicador en forma de cono y una especie de manguera que nos permite higienizar mediante aspiración el moco del bebé.
A la hora de utilizar un aspirador nasal de bebé, es importante seguir las instrucciones de uso de cada modelo para evitar cualquier tipo de problema o molestias por parte del bebé.
Paso a paso cómo utilizar correctamente un aspirador nasal manual
Cuando el moco no sale por sí solo, es decir que es más espeso y no logra eliminarse naturalmente por goteo nasal, es importante utilizar un aspirador nasal.
Impide que la cabeza del bebé se mueva para evitar lastimar la zona, sujétala con la mano mediante la frente y la nuca. Recuerda de no ejercer demasiada presión sobre la cabeza del bebé ya que esto puede generarle ansiedad y nerviosismo por lo que dificultará la tarea.
Coloca la bombilla del aspirador en la entrada del orificio nasal, es importante que no la insertes dentro para evitar lesiones. Si utilizas un aspirador con forma de bulbo, es importante que antes de colocarla en la nariz la aprietes y saques todo el aire dentro, y la coloques sin aire para su aplicación.
Aspira suavemente a través de la boquilla para que la mucosidad sea almacenada en l manguera o bulbo del aspirador.
Una vez que hayas limpiado ambos orificios nasales, limpia el aspirador con agua caliente para eliminar bacterias y volver a utilizarlo.
Precauciones
Para ello hay que tener en cuenta:
Apoya el extremo del aspirador sobre la entrada de la nariz, no insertes el aspirador en la nariz.
Aspira suavemente la mucosidad evitando movimientos bruscos.
Recambia el filtro periódicamente.