En verano son muchas las personas que aprovechan las vacaciones para disfrutar de la naturaleza y el aire libre, lo que conlleva a estar más expuesto a sufrir picaduras: de mosquitos, avispas, moscas, arañas… Tampoco en la playa nos libramos, algunos baños o paseos por la arena pueden traer sorpresas desagradables al toparnos con las temidas medusas.
Estos animales marinos de cuerpo gelatinoso tienen a lo largo de sus tentáculos unos potentes aguijones que liberan veneno cuando entran en contacto con cualquier cuerpo con una temperatura distinta a la suya. En el caso de las personas, los aguijones atraviesan la epidermis provocando rápidamente una reacción cutánea. Estas picaduras pueden producir ronchas con inflamación, dolor, escozor y picor. Cuando la picadura es a una persona con poco peso como los niños, las reacciones pueden ser más fuertes, llegando a presentarse síntomas como mareos, jaquecas, náuseas, vómitos o fiebre. En este caso será necesario acudir a un médico de urgencia.
Existen más de 2.000 especies de medusas, su hábitat es muy variado, pueden vivir en todas las aguas de los océanos pero abundan en las aguas cálidas. En España hay más de 200 pero su picadura no es mortal. Una de las más peligrosas es la “carabela portuguesa” ya que su nivel de toxicidad es más elevado y provoca un dolor más intenso, llegando a causar problemas respiratorios y paradas cardíacas.
Las especies más frecuentes en España son la Rhizostoma, Chysaora hysoscella, Aureria aulita y Pelagia noticula.
Cremas solares antimedusas
Pero las picaduras de medusa tienen los días contados. En la actualidad existen protectores solares especialmente elaborados para repeler su ataque. Las cremas solares antimedusa contienen extracto de plancton, que consigue que los tentáculos del animal resbalen sobre nuestra piel, confundiendo así los sensores de las células urticantes que creen estar tocando a otra medusa.
La fórmula de fotoprotector ISDIN® Extrem antimedusas SPF40+ impide que estos animales te piquen durante el baño y su textura no es grasa. Recomendada para niños, sobre todo los que tienen la piel hiperactiva al sol, fotodermatosis o fotosensibilidad debido a ciertos medicamentos. La fórmula de ISDIN antimedusas aporta muchos más beneficios.
SafeSea también dispone de protectores solares SPF50+ especial para medusas, para niños y para adultos. Se compone de vitamina B y E que ayudan a bloquear la oxidación de la piel a causa de la radiación solar, la contaminación y otros factores nocivos. Es libre de parabenos y de conservantes tóxicos.
Para evitar que nuestro día de playa se estropee por una picadura de medusa, es recomendable estar atentos a la señalización del lugar e informarse sobre su presencia. En la actualidad existen aplicaciones móviles que facilitan datos en tiempo real del estado de las playas en lo que se refiere a la presencia de medusas.
¿Qué hacer si nos pica una medusa?
Lavar la picadura con agua salada, nunca dulce, ya que provocará que los restos de medusa liberen el líquido urticante que les quede y multiplica el dolor y la irritación.
Quitar los restos que puedan quedar de la medusa con una superficie plana como una tarjeta de crédito, sería lo ideal. Evita el uso de las pinzas porque podrían hacer que se incrustaran más los aguijones y hacer que se inyectara más el veneno.
Para limpiar la herida se puede utilizar bicarbonato. Mezcla un vaso mitad de agua y la otra de bicarbonato.
Aplicar frío en la zona afectada durante 15 minutos para desnaturalizar el veneno. Es importante que no lo apliques de forma directa para el agua dulce no esté en contacto con la herida.
Se puede tomar un antihistamínico vía oral para calmar el picor o aplicar una pomada con cortisona.