Sol
Cómo elegir un protector solar sin tóxicos (y que funcione)
Por desgracia, en los últimos años las medusas están cada vez más presentes en las playas del mediterráneo. Sus picaduras son muy dolorosas y pueden llegar a ser un serio inconveniente a la hora de bañarse en la playa. Pero ¡tranquilo! Tenemos la solución. Disponemos de una crema solar que, además de protegerte del sol, evita sus picaduras. ¿Quieres saber cuál es?
La crema solar antimedusas
Como ya sabemos, las medusas son animales marinos de cuerpo gelatinoso con unos potentes aguijones en sus tentáculos. Cuando entran en contacto con cualquier cuerpo con alguna temperatura diferente a la suya, liberan veneno. Sus picaduras pueden producir ronchas con inflamación, dolor, escozor y picor. Pero tranquilos, sus picaduras tienen los días contados si nos protegemos como toca.
Hoy en día, existe un producto perfecto para repeler su ataque. ¡Hablamos del fotoprotector ISDIN® Extrem antimedusas SPF40+! No es solo una crema solar, sino que además ayuda a evitar las picaduras de las medusas incluso cuando ya ha habido contacto con ellas. ¿A qué se debe? Gracias a su contenido de extracto de plancton. Por si fuera poco, sus filtros solares ofrecen una protección elevada de 40+ que te ayudará a prevenir los efectos nocivos de la radiación solar sobre tu piel. ¡Una doble acción para la protección de tu piel en verano!
¿Qué podemos hacer si nos pica una medusa?
Si alguien tiene la mala suerte de sufrir una picadura de medusa, también te damos unos consejos básicos que debes seguir:
En primer lugar, hay que lavar la picadura con agua salada (nunca con dulce), ya que si no se liberará el resto del líquido urticante y el dolor y la irritación será peor.
Debes quitar los restos que puedan quedar de la medusa con una superficie plana, por ejemplo con una tarjeta de crédito. No es recomendable utilizar pinzas, ya que se podría incrustar más los aguijones y hacer que se inyectara más el veneno.
Limpia la herida. Para ello se puede utilizar bicarbonato, basta con mezclar mitad de un vaso con agua y la otra con bicarbonato.
Aplica frío en la zona afectada durante 15 minutos para desnaturalizar el veneno.
Se puede tomar un antihistamínico vía oral para calmar el picor o aplicar una pomada con cortisona.
