Al acercarse el verano, cuando la exposición al sol es mayor, buscamos la manera más eficaz de protegernos de las radiaciones. Eligiendo nuestra crema fotoprotectora adecuada cuidamos la piel por fuera y la protegemos, pero también la podemos cuidar desde dentro llevando una dieta rica en antioxidantes que contrarrestan los efectos nocivos del sol. Estos alimentos neutralizan la acción de los radicales libres (los causantes de envejecimiento celular), protegen de los rayos ultravioleta y curan el daño celular.
Otra manera sería mediante la nutricosmética solar, que nos ayudará a dar a nuestra piel la protección completa que necesita. Evitando así las quemaduras, manchas, arrugas, granos… Cumple un doble objetivo: por un lavo sirve para proteger la piel del sol y por otro para activar el bronceado.
Cuida tu piel desde dentro
La nutricosmética solar es un complemento alimenticio vía oral que aporta vitaminas, minerales y otros principios activos que nuestro cuerpo necesita para actuar de forma esperada, favoreciendo a algún aspecto de nuestra belleza por los activos y nutrientes que contienen. Actúa desde el interior llegando a las capas más profundas de la piel donde a las cremas les resulta imposible llegar.
Los principales beneficios de la nutricosmética: mejora las defensas, repara las células dañadas y aumenta la tasa de melanina para evitar quemaduras. Los complementos se componen por extractos vegetales de origen natural como los carotenoides, el betacaroteno y el locipeno. También suelen añadir extractos vegetales ricos en sustancias antioxidantes y ácidos grasos esenciales del tipo omega 6 GLA que ayudan a conservar la elasticidad de la piel entre otras cosas.
¿Buscas el bronceado perfecto?
Estos complementos no solo prometen protegerte del sol, sino también conseguir un bronceado perfecto. El color será más dorado y luminoso, consiguiéndolo con menos tiempo de exposición al sol, notando también que es mucho más duradero y causa menos sequedad en la piel. Los nutricosméticos solares contienen sustancias que estimulan la melanina. Suelen componerse de carotenoides, que contribuye a mantener la piel saludable, y polifenoles que estimulan el sistema inmunitario, protegiendo la piel.
Como el fotoprotector típico, se tiene que aplicar antes de la exposición al sol, entre 15 días mínimo a un mes. A las dos semanas empezará a hacer el efecto ideal. No te preocupes si ya has empezado a tomar el sol, en las próximas semanas comenzaras a ver los cambios.
No debemos olvidar…
- La protección física con sombreros, gafas de sol y el uso de sombrillas.
- Vigilar si exponemos la piel en franjas horarias donde hace más daño.
- Combinar siempre con una protección adecuada para nuestro tipo de piel, estos complementos no sustituyen la crema solar en ningún caso.
- No es recomendable para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.