Puede que las palabras “ejercicio” y “relajación” te parezcan un poco contradictorias. El ejercicio requiere movimiento, un gasto de energía que activa nuestro organismo, mientras que la relajación es algo mucho más suave y tranquilo, con lo que conseguimos desconectar. Sin embargo, son dos cosas totalmente complementarias. Y es que realizar ejercicios de relajación tiene numerosas ventajas para nuestro cuerpo.
¿Cuáles son los beneficios de los ejercicios de relajación?
Son la actividad física más esencial junto al calentamiento. Realizar esta práctica de relajación es beneficiosa para todo tipo de personas, por ejemplo, ayuda a los estudiantes a concentrarse más en sus estudios y a los más deportistas a aumentar su rendimiento. Además, son una forma muy natural, sencilla y económica de calmar los diferentes síntomas del estrés y de aumentar los niveles de bienestar y felicidad.
Relaja tu cuerpo y tu mente
- ¿Qué es la relajación mental? Es ese estado en el que podemos controlar todos nuestros pensamientos, aunque muchas veces llevamos un estilo y ritmo de vida que hacen que nuestra mente no pueda desconectar y alcanzarlo de primeras.
- ¿En qué se basan los ejercicios de meditación y relajación? Tienen como base la concentración de la mente para experimentar diferentes sensaciones mediante el control de la respiración. Muchas personas también incluyen música relajante de fondo o sonidos de la naturaleza. Además, existe un aceite esencial zen que mezclado en un difusor te permite relajarte gracias a sus propiedades olfativas. Su fórmula lleva unos ingredientes naturales que proporcionan un buen equilibrio mental y ayudan a manejar la presión diaria en caso de tensión o de estrés pasajero.
- ¿Qué tipos de ejercicios puedes realizar? En primer lugar puedes empezar por una relajación mental. Puedes practicar el ejercicio de conteo (contar despacio de 100 a cero, visualizando los números uno a uno para relajar la mente y conciliar el sueño) o de visualización (con los ojos cerrados, se debe imaginar en un lugar donde se ha estado o se quiere ir). A continuación, puedes practicar ejercicios de relajación muscular basados en estiramientos del cuello, cabeza, hombros y parte alta de la espalda, todos ellos combinados con una buena respiración.
Debes saber que los ejercicios de relajación se aprenden poco a poco, con mucha disciplina y práctica constante. ¡Es el momento de empezar!