Por qué el bronceado saludable no existe

Escrito por Aïna Munné Bertran el 17/07/2023

Por qué el bronceado saludable no existe

Ya sea que prefieras la playa, la piscina o los largos paseos por la montaña, todos estos lugares populares de verano comparten un denominador común: la exposición al sol.

Comúnmente, asumimos que un tono de piel bronceado, ya sea en pieles que se oscurecen fácilmente o en fototipos más claros, es sinónimo de un color saludable y veraniego. A menudo atribuimos a la piel bañada por el sol un efecto rejuvenecedor o de "buena cara", que es algo cultural y típico de esta época que vivimos.

Pero ¿es realmente saludable tener un bronceado? Las evidencias científicas y médicas apuntan a que quizás no lo sea. En realidad, el bronceado no es beneficioso para la piel. Es importante aclarar que solo las pieles oscuras o negras, con alta saturación de melanina, son saludables con ese plus de pigmento, ya que en estos casos no es una respuesta a un daño.

¿Significa esto que las personas con piel más clara deben renunciar a adquirir algo de color durante los meses de verano? No necesariamente. Existen productos y suplementos que pueden ayudarte a conseguir ese tono dorado, sin necesidad de dañar la piel.

Aunque la luz solar tiene ciertos beneficios para la salud, como la producción de vitamina D, indispensable para la salud ósea y el sistema inmunológico, el bronceado conlleva una exposición solar más allá de lo necesario para obtener estos beneficios. Aquí es donde surge el problema.

5 razones por las cuales el bronceado no es saludable

  1. El bronceado es una respuesta a un daño: La melanina no es un mecanismo de protección solar y no es un signo de salud de la piel (excepto en pieles naturalmente oscuras o negras). La exposición al sol también desencadena una serie de procesos inflamatorios.

  2. La exposición al sol agota tu capital solar: La piel tiene una capacidad limitada de protegerse de la radiación solar. Cada vez que nos exponemos al sol, estamos agotando esta "reserva", y cuanto menor sea, mayor será la probabilidad de desarrollar manchas o lesiones cancerosas en la piel.

  3. El sol puede alterar el ADN de la piel: Tanto la radiación UVA como la UVB, provocan cambios en el ADN de la piel, muchas veces dañándolo de forma irreparable. Esto afecta tanto a la epidermis como a la dermis.

  4. El sol acelera el envejecimiento de la piel: sabemos que gran parte del envejecimiento es debido al sol, por ejemplo los UVA son capaces de dañar las fibras de colágeno y elastina y la radiación UVB es la más energética y por lo tanto la más dañina.

  5. El sol es responsable de la mayoría de los cánceres de piel: el carinoma de células basales y el carcinoma de células escamos son los tipos más comunes de cáncer de piel y se producen en áreas de piel expuestas al sol. El melanoma es el menos común pero más peligroso.