Si queremos conseguir un ambiente sano en casa con un aire menos seco y con menor peligro de que proliferen los microorganismos causantes de infecciones en las vías respiratorias, ¡emplear humidificadores en las habitaciones es la mejor opción!
¿Qué son y para qué sirven?
Un humidificador es un dispositivo formado por un recipiente que contiene agua, la cual se evapora mediante diferentes sistemas y se expande por la habitación pasando a formar parte del aire. Esto contribuye no sólo a mejorar la humedad de la habitación sino también a favorecer la respiración. Por este motivo es especialmente aconsejable en habitaciones infantiles, ya que los bebés y niños pequeños tienen el sistema respiratorio muy sensible a los cambios de humedad y temperatura.
Tipos de humidificadores
Hay tres tipos de humidificadores:
- De vapor frío o ultrasónicos. Este tipo no hierve el agua, se produce el vapor a temperatura ambiente, haciendo que se mantenga pero sin enfriar. Es muy seguro y ayuda a una mejor penetración del aire al bebé.
- De aire caliente. Este tipo sí que hierve el agua, con ello se favorece la eliminación de posibles microorganismos que pueda haber en el ambiente y mejorar la respiración de tu bebé.
- Vaporizadores de aire frío. No son humidificadores como tal pero se pueden emplear con el mismo objetivo. Este tipo no hierve el agua pero, gracias su filtro, captan el aire y lo expulsan después de humedecerse.
¿Por qué deberías colocar uno en la habitación de tu bebé?
El uso de humidificadores aporta una serie de beneficios para los más peques ya que como hemos comentado su sistema respiratorio es muy sensible y su nariz se atasca con facilidad, sobre todo durante la noche. Colocando un humidificador en la habitación se conseguirá:
- Mejorar el nivel de confort y bienestar del bebé. El aire que respira será mucho más sano.
- Refrescar el ambiente.
- Ayudar a las vías respiratorias. Se previenen y alivian los síntomas del resfriado.
- Prevenir las irritaciones.
- Conciliar el sueño. El humidificador ayudará a tu bebé a tener un sueño más tranquilo.
- Neutralizar los malos olores.
Si te has decidido a usar humidificadores en casa debes de tener en cuenta dos cosas:
- Ventilar la habitación con frecuencia cuando el bebé no esté en ella.
- Mantener el humidificador limpio y con un mantenimiento adecuado (según las indicaciones del fabricante).