Cuidarnos más debería estar en nuestra lista de objetivos sea cual sea la época del año. Adquirir una rutina de limpieza facial es importante y, si es uno de tus propósitos del año nuevo, te animamos a que seas constante y cada noche por muy cansada que llegues a casa, dediques 10 minutos a lavar tu cara.
¿Por qué es importante la rutina de higiene facial?
Tanto las personas que se maquillan como las que no, deben lavarse la cara al finalizar el día para retirar aquellas partículas de contaminación, grasa o la piel seca que tapona nuestros poros a lo largo del día. La piel de las personas que se maquillan, además, sufren el doble ya que a parte de sufrir los agente externos, tienen una capa extra que retirar. Retirar la suciedad de la cara hace que la piel de rostro respire, se revitalice y luzca mejor.
También es importante realizar este ritual de salud con los productos adecuados. De lo contrario, la piel puede verse afectada y, en vez de cuidarla, la estropeamos más o, incluso, provocar acné. Si tu piel es grasa, opta por geles, tónicos astringentes y cremas fluidas o serums; si tu dermis es seca lo mejor son las leches limpiadoras y nutritivas. Si tu piel es normal o mixta puedes utilizar cualquier producto ya que la piel se adapta a las texturas. Lo recomendable es que los productos sean Oil free para evitar ensuciar la piel.
Pulir, extraer y nutrir la piel
El cuidado facial diario puede dar pereza (sobre todo según el estado y las horas en que se llegue a casa), pero adquirir el hábito te hará sentir bien ya que verás que tu piel recupera y mantiene vitalidad. ¿Cómo hacerlo? En tres sencillos pasos.
- Limpiar cutis. Con un gel o con leche limpiadora se retira el maquillaje y/o la suciedad que la cara ha ido acumulando a lo largo del día.
- Aplica tónico. Una vez hayas retirado esta capa, aplica un tónico astringente para cerrar los poros.
- Hidrata la piel. Aplica una crema hidratante para mimarla y dejarla suave para el día siguiente.
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