¿Placas enrojecidas en la piel? ¿Picores y molestias constantes? ¿Descamación e inflamación? ¿Afectación en zonas como los codos, las rodillas y el cuero cabelludo? Podrías estar padeciendo psoriasis. Quien mejor puede sacarte de dudas en este sentido es tu dermatólogo, a quien debes acudir en caso de identificar estos síntomas en tu dermis. La psoriasis es difícil de diagnosticar, pues presenta ciertas similitudes con otras patologías de la piel, por eso es importante acudir al dermatólogo y evitar autodiagnosticarse.
¿Qué es la psoriasis?
La psoriasis es una enfermedad cutánea crónica que puede causar enrojecimiento, descamación, dolor, picor e hinchazón en la piel. La psoriasis tiene que ver con la renovación celular y el tiempo que este proceso tarda en llevarse a cabo. La renovación celular consiste en el reemplazo constante de las células muertas que se encuentran en la superficie de la piel por otras que crecen en las capas más profundas de la dermis. Mientras que en circunstancias normales este proceso tarda alrededor de unos 30 días, en el caso de pacientes con psoriasis se produce cada menos tiempo, aproximadamente cada 3 a 6 días, lo que favorece la presencia de placas gruesas de piel enrojecida, escamosa y de color entre plateado y blanco.
Tipos de psoriasis
Existen diversos tipos de psoriasis y no todos los pacientes la experimentan del mismo modo. De hecho, un mismo individuo puede padecer varios tipos de psoriasis al mismo tiempo o a lo largo de su vida. El consejo profesional se convierte en una herramienta indispensable, pues no hay nadie mejor que el dermatólogo para recomendar un tratamiento preciso y adecuado al cuadro que experimenta cada persona.
10 cosas que debes saber sobre la psoriasis
- La psoriasis no es contagiosa, no se trata de una infección y no es consecuencia de una higiene deficiente.
- Entre el 2% y el 5% de la población mundial padece psoriasis, una enfermedad que afecta tanto a hombres como a mujeres, ya sea en edad adulta o infantil.
- Las zonas más afectadas por la psoriasis son las articulaciones, especialmente los codos y las rodillas. También es común la aparición de escamas en otras zonas como el cuero cabelludo, las palmas de las manos o las plantas de los pies, las uñas y el tronco, entre otras partes del cuerpo.
- La psoriasis se manifiesta a través de brotes y el paciente atraviesa tanto fases de mejoría como de recaída a lo largo de la enfermedad.
- Existen diferentes tipos de psoriasis y un mismo individuo puede desarrollar más de un tipo de psoriasis al mismo tiempo o a lo largo de su vida.
- Es importante acudir al dermatólogo para que realice un diagnóstico preciso y pueda sugerir un tratamiento personalizado y adecuado a las características de cada individuo, pues no todas las personas que padecen psoriasis lo hacen de la misma forma.
- Siguiendo las recomendaciones del dermatólogo se puede controlar la enfermedad, lo que repercutirá de manera positiva tanto en la calidad de vida del paciente como en su autoestima.
- Aunque se desconoce el origen concreto de la psoriasis, se puede decir que existe una predisposición genética. Por eso es común que muchas personas que padecen psoriasis tengan antecedentes familiares.
- Además de las evidentes manifestaciones físicas de la enfermedad, la psoriasis puede afectar de manera psicológica a quien la padece debido a la apariencia de su piel.
- El estrés provocado por el ajetreo del día a día, un consumo excesivo de alcohol y tabaco y los cambios climáticos bruscos son factores que pueden producir un empeoramiento de la psoriasis.
La psoriasis puede darse tanto en niños como en personas adultas y la enfermedad no siempre se desarrolla del mismo modo en todos los pacientes. El parecido con otras patologías de la piel puede dificultar su diagnóstico, por lo que es conveniente evitar el autodiagnóstico y acudir al dermatólogo, quien sabrá orientarnos sobre cómo actuar y qué productos utilizar en cada caso concreto. Siguiendo las recomendaciones del dermatólogo se puede llegar a controlar la psoriasis y ganar en calidad de vida.