Llega el verano y los diversos cuidados que debemos tener con el sol, la hidratación, la protección y mucho más. Todo parecería indicar que el verano no deja de ser un enemigo de nuestra salud corporal, sin embargo ¡nada más lejos de la verdad!
Los rayos de sol para la vitamina D, el agua de mar para nuestra piel… ¡Sí habéis leído bien! El agua marina aporta grande beneficios a la salud de nuestra piel, vitalidad y aporte minerales capaces de combatir diversas afecciones cutáneas como eccemas, alergias, descamaciones.
El agua marina es rica en cloro, azufre, sodio, yodo, calcio y flúor, y otros minerales como también algas que le otorgan características curativas. Nuestra piel encuentra su equilibrio perfecto al tomar contacto con agua de mar, absorbiendo los nutrientes que necesita para mantener los niveles óptimos de hidratación.
Los baños con agua de mar no sólo ayudan a tener una piel sana sino que también ayuda a retardar el envejecimiento de la piel, ya que la piel es capaz de absorber las sustancias orgánicas del mar para favorecer las células y tejidos de la piel. Si quieres complementar este tratamiento marino, puedes optar por exfoliar tu piel con barro marino para eliminar las células muertas y nutrir la piel.
Además, los movimientos del agua con sus olas, también aportan beneficios a nuestro sistema circulatorio, respiratorio y cardíaco, beneficiando a nuestras articulaciones y músculos.
Son muchas las propiedades del agua de mar para nuestro cuidado corporal, de hecho muchos laboratorios cosméticos han introducido el agua de mar en varios productos tonificantes e hidratantes.
Tan sólo basta un baño de verano, zambullirse y flotar sobre el agua del mar y beneficiarse de sus atributos y gozar de una piel elástica e hidratada.
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