Ante una herida, tenemos que pensar en qué productos son adecuados para curarla y evitar que se infecte. Por esta razón es muy importante conocer los antisépticos que tenemos en casa y saber cuál usar en cada momento.
¿Lo primero? La limpieza
Antes de intentar curar una herida, esta debe estar lo más limpia posible, con agua y un jabón suave, evitando frotar fuerte para no dañar más la zona, pero sí limpiando concienzudamente para eliminar todos los restos de suciedad e impurezas.
Desinfectar la herida
Después de la limpieza, es muy importante aplicar un antiséptico cutáneo para desinfectar la zona y así evitar complicaciones a la hora de que se cure la herida. Cada antiséptico es adecuado en distintas heridas, te lo explicamos:
Alcohol etílico. Es un excelente bactericida, pero al ser irritante solo se puede usar en heridas cerradas o para desinfectar su contorno. Su acción tarda unos 2 minutos, así que debe dejarse actuar un momento.
Agua oxigenada. Su poder desinfectante también es muy elevado y, al ser menos irritante que el alcohol etílico, se puede usar en heridas abiertas. Su acción es muy rápida, en menos de 1 minuto permite eliminar la mayoría de bacterias. Solo se debe evitar su contacto en mucosas, ya que son zonas más sensibles.
Yodo. En realidad se trata de una solución de povidona yodada al 10%. Su acción tarda unos 3 minutos y, a pesar de su eficacia, debe evitarse su uso en embarazadas, lactantes o en personas con problemas de tiroides.
Clorhexidina. Este antiséptico es muy usado, sobre todo, en colutorios y dentífricos ya que es activo frente a restos de sangre o pus. Además, no presenta toxicidad ni irritaciones del tejido o mucosas. En el caso de usarlo para un tratamiento bucal, se tiene que tener presente que su uso no debe ser muy prolongado, ya que puede teñir los dientes.
Elige el mejor desinfectante en cada ocasión y ¡qué nunca falten en tu botiquín!