Desde pequeños nos enseñan (e insisten) en que debemos lavarnos las manos siempre. Y es que hacerlo nos aleja de virus y gérmenes, presentes allá donde vayas, y que en contacto con nuestro organismo pueden provocar enfermedades como la gripe, la bronquiolitis, la salmonelosis e incluso la hepatitis A. Según estudios dermatológicos, en las manos pueden vivir hasta 800.000 bacterias. Visto así, mejor eliminarlas cuanto antes, ¿verdad? El simple acto de lavarnos las manos funciona como un escudo protector ante ciertas enfermedades de tipo infeccioso y no necesitas más de 15 segundos para hacerlo correctamente.
¿Cómo se deben de lavar las manos?
- Mójate las manos con agua, preferiblemente templada, pues a mayor temperatura mejor se eliminan las bacterias, pero no utilices agua muy caliente ya que podrías producir irritación en la piel. Los expertos determinan que la temperatura perfecta es entre los 20 y los 37Cº.
- Utiliza jabón, no importa si líquido o en pastilla. También puedes optar por geles antibacterianos específicamente diseñados para eliminar las bacterias e ideales en momentos en los que no dispones de jabón.
- Frota tus palmas una contra la otra y entre los dedos de las manos, poniendo atención también a las uñas, pues debajo de ellas se acumula mucha suciedad.
- Enjuágate las manos hasta que no haya ningún rastro de jabón en ellas.
- Seca las manos con una toalla (si es tuya) o con papel. Los expertos no recomiendan usar los secadores de aire caliente ya que en él se acumulan muchas bacterias.
No son pocas las personas que después de ir al baño no se lavan las manos y esto es un gran error, pues en el inodoro y en las propias heces humanas están presentes bacterias portadoras de la hepatitis A, por poner un ejemplo. A modo orientativo debes lavarte las manos:
- Antes de comer
- Después de ir al baño
- Antes de manipular alimentos
- Después de tocar dinero
- Después de toser y estornudar
- Después de jugar con una mascota
- Después de cambiar un pañal
- Siempre que las manos estén sucias
Lavarse las manos es en definitiva uno de los hábitos de higiene personal más importantes. Tener las manos sucias y llevarlas a la boca o a los ojos es la forma más fácil de caer enfermos. Para evitarlo recuerda siempre lavarte las manos. ¡Ahora ya sabes cómo hacerlo!