Efecto “yoyó” tras las dietas: ¿Qué se puede hacer?

Escrito por Mar Santamaria Sala el 15/08/2016

Efecto “yoyó” tras las dietas: ¿Qué se puede hacer?

Existen tantos factores que influyen en el control de peso que a veces resulta complejo identificar la causa única de las temidas oscilaciones que aparecen tras una dieta de adelgazamiento. Hay que recopilar información de distinta índole para comprender el por qué del efecto rebote o efecto “yoyó” que ocurre en algunas ocasiones. Hoy os ofrecemos algunos consejos y opiniones al respecto.

Consulta: ¿Cómo puede ser que, si he estado todo el invierno haciendo dieta y he adelgazado 3 kilos, ahora en dos meses lo haya vuelto a recuperar? ¿Ésto es normal? Gracias

Es importante poder conocer tu metabolismo y realizar un chequeo completo para ver, por ejemplo, cómo están funcionando las glándulas tiroides. Cualquier desajuste en estos u otros parámetros hormonales puede tener relación con el mantenimiento del peso corporal. Conocer tu historia clínica (enfermedades previas) también nos va a dar pistas al respecto.

Por eso, te animo a visitar un médico endocrinólogo o nutricionista cualificado para estudiar mejor tu caso y realizar las exploraciones complementarias que necesites. Además, me gustaría compartir contigo y con el resto de lectores algunas consideraciones sobre el efecto “yoyó” tras las dietas de adelgazamiento. No siempre ocurre este efecto rebote, ni mucho menos, pero hay que tener presentes algunas recomendaciones:

 

  1. Las dietas hipocalóricas demasiado restrictivas o severas, a la larga, pueden conducir a un efecto rebote no deseado. Eso ocurre porque el metabolismo se ralentiza e intenta ahorrar energía cuando restringimos demasiado el aporte calórico de nuestra alimentación. Tal es la adaptación del organismo a esta situación que, luego, los kilos perdidos se recuperan rápidamente. El cuerpo sigue en modo “ahorro y almacenaje de energía” tras la dieta.
  2. La pérdida ideal de peso, para que el organismo se adapte al proceso, no debería superar el medio kilo por semana. Parece poco, pero al ser progresivo damos tiempo a que la adaptación del metabolismo sea completa y correcta, sin cambios bruscos. Resulta absolutamente normal que al principio, la disminución de peso sea más rápida y luego acabe regulándose y volverse más moderada.
  3. No se trata solo de seleccionar bien lo que comemos y en qué cantidades. También deberíamos acompañarlo de unas rutinas de vida activas. Si restringimos las calorías, pero seguimos sin movernos demasiado del sofá y no practicamos nada de ejercicio físico, la dieta no tendrá el efecto deseado.
  4. Esto es básico: el objetivo después de la dieta es mantener los nuevos hábitos adquiridos, tanto dietéticos como de estilo de vida. Es preferible incorporarlos poco a poco y mantenerlos en el tiempo, a seguir una dieta con muy pocas calorías durante un corto periodo para, luego, volver exactamente a las mismas rutinas de antes.
  5. Alerta a las carencias durante la dieta, ya que pueden ocasionar cansancio y fatiga. Aconsejo hidratarse bien y tomar, aunque sea en forma de suplemento, un buen aporte de vitaminas, minerales y antioxidantes. El cuerpo los necesita. Por ejemplo, me gusta Nature’s Plus Source of Life 60comp.
  6. Finalmente, no hay nada como el asesoramiento personalizado por parte de un profesional sanitario. Es una buena inversión en salud.

Os animo a seguir estas sencillas pautas y las que encontraréis en el resto de artículos de nuestro blog. Recordad que estamos a vuestra disposición para aclarar dudas y responder comentarios. ¡Feliz semana!