Con el ritmo de vida que llevamos hay que cuidar mucho más nuestra piel ya que refleja nuestra salud. Sabemos que cada piel es diferente y no podemos cuidar a todas por igual, aunque todas coinciden que necesitan hidratarse. Para saber qué cuidado necesitamos tendremos que saber en primer lugar qué tipo de piel tenemos. Si ya sabes cuál es tu tipo de piel, ¿tienes claro qué crema necesitas?
Piel normal
Esta piel se caracteriza porque tiene un buen equilibrio de sebo y de hidratación, haciendo que la piel no sea ni demasiado seca ni demasiado grasa. Este tipo de piel no crea ninguna complicación.
Necesitamos mantener y conservar el equilibrio tanto de hidratación como de emoliencia que tenemos en nuestra piel. Una crema que regenere y recupere el tejido celular mediante su alto contenido de vitaminas y aceites naturales.
Piel seca
Este tipo de piel es muy sensible, sobre todo a factores externos como los cambios de temperatura. Se caracteriza por su falta de hidratación, por la escasez de secreción de sebo y la tersidad que produce la falta de elasticidad.
Por esto necesitamos una crema que nos hidrate el doble para dar la flexibilidad y suavidad que necesitamos, evitando que se reseque. Debemos fijarnos en que contenga nutrientes intensivos y que estén libres de alcohol para mantenerla limpia.
La crema hidratante tendrá que contener productos ricos en agua y nutrientes para regular el contenido en humedad fijando agua en las capas superiores de la piel. Retinol, ácido glicólico y vitaminas. Esta piel es propensa a las arrugas, para prevenirlas podemos utilizar aceites como de rosa mosqueta. Por la noche, como la piel es más receptiva tendremos que utilizar una crema con elementos regenerantes.
Piel grasa
Esta piel es más gruesa y dura, se caracteriza por un exceso de sebo que hace que la piel tenga un aspecto brillante, con los poros visibles al estar más dilatados y es más propensa a las espinillas y puntos negros.
Necesitamos una crema hidratante, pero que sea ligera y de rápida absorción para que no deje ningún tipo de residuo grasiento en la piel. Para eliminar el acné y los puntos negros hay que usar un producto que limpie en profundidad y que acabe con la bacteria para evitar infecciones.
Para hidratar opta por hidratantes que no contengan productos grasos, en forma de gel o crema sin aceites.
Piel mixta
Esta piel es la más difícil de cuidar, se caracteriza porque presenta zonas grasas y zonas secas. Las zonas grasas se presenta en la zona T que es la frente, la nariz y la barbilla, donde podemos ver las características de las típicas pieles grasas: exceso de sebo, puntos negros e imperfecciones, poros dilatados…
Para esto tipo de piel el producto hidratante que utilicemos puede ser de textura crema, para piel mixta con más zonas secas, o fluida para pieles mixta pero que presentan más zonas grasas. Éste tiene que ser ligero y sedoso para que mantenga el equilibrio en la piel y respete las zonas secas de la piel. Evita las cremas que tengan base aceitosa para no aumentar la concentración de cebo, son las oil free que contiene fórmulas astringentes, antisépticas y calmantes.
También es recomendable aquellas cremas con vitamina C para mantener la piel firme y tersa, proporcionando un estado saludable.
Recuerda
- Aplicar crema solar si vas a exponerte al sol, por muy poco que sea.
- Mantener hidratado tu cuerpo por dentro
- Evitar el tabaco y el alcohol
- Mantener una buena alimentación
- Lavar tu cara dos veces al día e hidratarla