Todo es cuestión de rutina, de hábitos. A veces el cuidado de la piel requiere de ciertas rutinas para disfrutar de perfecta humectación y efecto reparador. Existen mujeres que son reticentes al cuidado de la piel: la falta de tiempo, los olvidos, agendas ajustadas con quehaceres diarios… Son muchas las excusas que podemos encontrar a la hora de justificar las razones por las que no cuidamos nuestra piel.
Sin embargo existe una solución para todas aquellas que “quieren” y “no pueden” ¿Queréis saber cuál es? La rutina. Crear el hábito de hacer una cosa es básico para no olvidarnos de cuidar nuestra piel. No es complicado, de hecho nuestra vida está llena de rutinas que estructuran nuestro hacer: cocinar, ducharse… ¡seguro que sigues ciertos procedimientos inconscientemente!
4 consejos para que tu piel descanse
- Tras cepillarte los dientes ¡aún no apagues la luz! Limpia tu rostro con una loción limpiadora o un gel para eliminar los restos de suciedad del día en tu piel. Además, tu piel estará más receptiva para posteriores tratamientos.
- Durante esta limpieza, también puedes optar por una suave exfoliación. Mediante este masaje circular y suave, eliminarás las células muertas de la piel para dejarla limpia y sana. Tu piel ya estará 100% preparada para cualquier otro tratamiento como anti-edad, humectación, etc. Solo realizar 1 o 2 veces a la semana este tratamiento.
- Puedes optar por un tónico astringente o tonificante para relajar la piel, y calmar cualquier irritación cutánea.
- Es hora de la crema, un tratamiento hidratante, anti-edad, anti-manchas o lo que tú más prefieras. Es importante aplicar la crema antes de acostarse y dejar que los activos de los tratamientos actúen durante la noche. Ciertos tratamientos son idóneos para la noche, ya que son ricos en retinol o AHA por lo que su aplicación durante el día podría generar fotosensibilidad ante la exposición solar.
Son pocos pasos, pequeños detalles antes de acostarte que marcarán la diferencia de una piel sana y nutrida a una carente de brillo y elasticidad. ¡Mentalízate y sigue una rutina nocturna para cuidar tu piel!
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