Con el paso de los años aumenta nuestra preocupación por el cuidado de la piel, y en concreto por el cutis. Nos preocupa mantener nuestra piel cuidada y luchar contra la aparición de las primeras arrugas y el envejecimiento prematuro, para ello es esencial encontrar componentes naturales que nos ayuden a parar el envejecimiento celular.
¿Qué es la manteca de Karité? Origen y propiedades cosméticas.
El karité es un producto natural que nace del Butyrospermum parkii, un árbol de la sabana que crece en el centro y el oeste de África, en países como Nigeria, Senegal o Burquina Faso.
Los frutos que produce este árbol parecen nueces y en su interior se esconden almendras blancas y naturalmente grasas. Cuando estas almendras se manipulan se convierten en una masa amarillenta, consiguiendo así la manteca de karité.
Durante siglos los africanos comprobaron que la manteca de karité mantenía la piel sana y limpia y lo usaban para el cuidado de la piel. Ahora, los estudios de investigación han encontrado que no sólo mejora la condición de la piel, sino también limpia e hidrata la piel desde el interior protegiéndola incluso de las agresiones externas y el paso del tiempo.
Propiedades cosméticas y beneficios
- Ayuda a proteger la piel de los rayos UVB y UVA.
- Es hidratante aportando agua a las pieles secas.
- Es anti irritante, siendo muy útil para tratar eczemas, dermatitis, acné y otros problemas específicos de la piel.
- Efecto calmante en la piel
- Revitaliza la piel dañada
- Elimina las células muertas de la piel y abre los poros bloqueados
- Reduce o cubre las estrías.
- Su esencia es utilizada para masajes corporales.
- Actúa como cicatrizante.
- Por ser hipoalergénica puede ser utilizada por bebés, personas mayores e incluso por pieles muy sensibles.
Además, la manteca de karité es una rica fuente de vitamina A esencial, E y F. La vitamina A y E son muy beneficiosas para el mantenimiento de una piel sana y equilibrada. Por otro lado, la Vitamina F consiste en dos ácidos grasos esenciales: ácido linoleico y ácido alfa-linoleico que ayudan a revitalizar la piel dañada.
Estas vitaminas son absorbidas y actúan para mejorar la elasticidad, y luchar contra el envejecimiento, una de nuestras principales preocupaciones en el cuidado facial.
El uso continuado de manteca de Karité en nuestros productos cosméticos nos asegurará los efectos preventivos para combatir el envejecimiento de la piel. Actúa recubriendo la piel con una película invisible que evita la deshidratación y la protege de las agresiones externas. Es muy eficiente en la regeneración de la piel, calma las pieles irritadas, es el más efectivo de los antienvejecimiento que existen en la naturaleza.
Por todo ello, la manteca de Karité es uno de los ingredientes naturales que no debería faltar en nuestros rituales de cuidado y belleza diarios.